Nájera, capital del Reino

Durante más de tres horas asistimos en directo bajo el sol al acto central del Día de La Rioja. Reconocimientos, discursos y entrevistas que sirvieron para comenzar un ciclo festivo que este año promete ser excepcional.

En todos los pueblos riojanos que comparten orilla con el Ebro se escuchan historias parecidas. Las cuentan los más mayores, que siguen siendo los guardianes del saber y la memoria, y son relatos de hobres ahogados, niños arrastrados por el agua y mujeres tragadas por las corrientes del río.

A mí me las contaron muchas veces mis abuelos en Briones, casos verídicos y reales que pasaron hace mucho y que volvían a sus reciuerdos como una enseñanza trágica de lo que la naturaleza nos depara cuando nos creemos invulnerables.

Ha sucedido otra vez, igual que en las historias de nuestros viejos del valle: una tarde luminosa en Rincón, unos niños jugando en el agua y un drama para el que no hay palabras.

El martes en la primera edición de nuestros informativos se buscaba al chico de 13 años; en la segunda edición se confirmó la peor de las noticias.

San Millán ha estado presente estos días por su suplencia en los actos del 9 de junio pero sobre todo porque va a albergar el Observatorio Global del Español. Lo debatimos el miércoles en la tertulia con la noticia aún fresca, caliente, recién parida y, como esos potrillos que a las dos horas de nacer ya son capaces de correr junto a sus madres, nosotros queremos ver ya andar el Observatorio, para conocer detalles, programas y estructura.

«Habrá que esperar», repitieron los contertulios que aguardan los pormenores de una idea ilusionante.