Murillo de Río Leza llamando a la Antártida

Mateo Alonso tiene 11 años y este lunes ha preguntado qué hacen en su tiempo libre, cómo celebran sus cumpleaños y la Navidad y de dónde proviene el nombre de la base Gabriel de Castilla del Ejército de Tierra en la Antártida a los militares allí destinados. Esto ha sido posible gracias a la conexión realizada entre el CEIP Eladio del Campo de Murillo de Río Leza y el centro de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación situado en Isla Decepción.

La respuesta era sencilla: Gabriel de Castilla fue un almirante español que en 1603 navegó por aquellas aguas antárticas informando a su regreso del avistamiento de inmensas tierras nevadas. ¿E Isla Decepción? Porque cuando desembarcaron allí los cazatesoros en busca de algo de valor, atraídos por su forma de herradura, se encontraron con la decepción de que no había nada. Sin embargo, la isla volcánica tiene un gran valor natural que se analiza en el Comité Científico para la Investigación en la Antártida.

El director general de Innovación Educativa del Gobierno de La Rioja, Alberto Abad, ha acudido al colegio junto al delegado de Defensa de La Rioja, Pedro José Fernández López de Baró, para asistir a esta conexión separada por 13.000 kilómetros. «Esta actividad es pionera en La Rioja. Científicos españoles investigan en la Antártida y el Ejército está allí para ayudar en logística, seguridad, transmisiones, transporte... todo lo que necesitan», ha explicado el delegado de Defensa de La Rioja.

«A través de esta ventana permite conocer lo que se está haciendo en un territorio muy lejano y es un momento histórico. A lo mejor el día de mañana vosotros podéis llegar a formar parte de esta expedición de carácter científico, ya sea como militares o científicos», ha explicado el director general de Innovación Educativa a los alumnos. El programa consiste en dar a conocer a los escolares dónde está la base, cómo se vive y qué se investiga allí, dando la oportunidad a los niños de plantearles dudas. Como Mateo Alonso, ilusionado ante la inminente conexión. «Vamos a tener una reunión con una base que hay en la Antártida y los militares se encargan de proteger a los científicos que están allí investigando el cambio climático y la biodiversidad», ha contado Mateo.

«Nos hemos juntado dos clases y hemos trabajado en equipo para hacerles preguntas. Es muy interesante que podamos hablar con ellos», ha expuesto Manuela Chicote, alumna de 11 años del CEIP Eladio del Campo. Y Lucía Luna, igualmente alumna de 11 años e hija de militar, imaginaba lo que se hace en el Polo Sur. «En la Antártida hay muchísima biodiversidad, con un montón de animales en peligro de extinción. Aunque parece un continente que solo tiene nieve hay bastantes cosas», ha afirmado Lucía.

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