Multitudinario regreso del sacrificio de los 'Picaos'
San Vicente de la Sonsierra ·
Una decena de disciplinantes participan en la procesión de la Santa Cena, que fue seguida por miles de fieles y turistasSecciones
Servicios
Destacamos
San Vicente de la Sonsierra ·
Una decena de disciplinantes participan en la procesión de la Santa Cena, que fue seguida por miles de fieles y turistasSon muchos los motivos que impulsan al penitente a participar con la Cofradía de la Santa Vera Cruz en las procesiones de San Vicente de la Sonsierra como Disciplinante: una promesa, una petición, un perdón... un acto de fe.
Solo pueden tomar parte en una ... de las cuatro que se realizan durante la Semana Santa, debido a la necesidad de dejar sanar sus heridas, y la procesión de la Santa Cena fue la primera después de dos años.
Probablemente este fue el motivo de que bajo los compases de la banda de música de San Asensio se congregasen más fieles que en los últimos años.
La Cofradía sonserrana está compuesta por ciento cincuenta cofrades, de los que más de la mitad acudió a la procesión inaugural. En el centro, una decena de disciplinantes eran asistidos por un acompañante cada uno, cofrade, que desconocía la identidad del acompañado. Bajo la túnica blanca, una vez despojados de la capa, se encontraban hombres o mujeres, de aquí o de allí, cuya identidad solo será conocida por sus compañeros de sala, si así lo desean.
«Todos los cofrades no son penitentes -aclaraba Rafael Moraza, archivero de la cofradía-. Antiguamente si, pero ahora hay muchas personas que quieren continuar con la tradición, asistir a los penitentes y colaborar».
Si el entorno de San Vicente de la Sonsierra está provisto todo el año de una palpable carga espiritual (fácilmente apreciable en la ermita de Santa María de la Piscina o las numerosas necrópolis halladas en la zona de Peciña, lugares de peregrinación mundial), durante la Semana Santa alcanza su máxima expresión.
La ermita de San Juan de la Cerca, recientemente restaurada, fue de nuevo el inicio de la procesión, presidida por la Cruz Enarbolada y seguida por las imágenes del el Ecce Homo, la Santa Cena, Jesús Atado (recibiendo azotes) y la Virgen Dolorosa.
Más de medio centenar de cofrades, la mitad muy jóvenes, portaban y guiaban los pasos, que se abrieron camino entre la ansiosa muchedumbre que aguardaba durante todo el trayecto. La comitiva descendía con el férreo sonido de las cadenas de cuatro disciplinantes sobre el empedrado de la calle La Fortaleza , a los que posteriormente se incorporaron más, hasta alcanzar la decena. El rigor y el silencio que acompañaron los primeros metros se fue extendiendo por las calles repletas de gente conforme se acercaban a la plaza.
La calle Mayor, llena a rebosar de fieles, curiosos y turistas sorprendidos, albergaba el típico griterío y las risas de una sobremesa que ya empezaba a alargarse. Era el escenario principal, donde los nervios comenzaban a aflorar a la espera de la intervención de los disciplinantes.
Sin embargo, con el tintineo aún lejano que producían dos jóvenes al propinar fuertes bandazos a las pesadas campanas que portaban -que marcaban el ritmo-, los gritos y las risotadas se convertían en murmullos, como antesala de un silencio sepulcral.
Conforme avanzaba la procesión, únicamente el golpeo de las madejas sobre las espaldas rompía el sigilo de la calle Mayor. Así transcurrió la gran procesión con los cuatro pasos, seguida por la banda de música de San Asensio, y cientos de vecinos.
A mitad de la arteria, cuatro disciplinantes abandonaban ya su penitencia, pero el resto continuaba con su flagelo, sin pausa.
Encaminaban ya de nuevo la subida hacia la ermita de San Juan de la Cerca, en una ascensión que por complicada y con los pies cansados y descalzos se fue ralentizando, y ya solo seguían los fieles. Al llegar a la sede, hubo un pequeño descanso, y a las 23.00 se celebró la Hora Santa.
Finalizaba así el esperadísimo primer día de penitencia, el día de la vuelta de una de las procesiones más conocidas fuera de las fronteras riojanas que, de nuevo, superó todas las expectativas de asistencia.
Este Viernes Santo han salido los pasos de San Juan, la Magdalena, el Cirineo y la Virgen Dolorosa, repartidos en las dos procesiones: el Via Crucis, que ha comenzado sobre las 11.30 desde la ermita, y a partir de las 20.30, la del Santo Entierro, ambas con presencia de nuevos disciplinantes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.