Una movilidad urbana, justa y necesaria

En una charla moderada por el jefe de Opinión de Diario LA RIOJA, Toño del Río, los invitados han coincidido en que el cambio no está por venir sino que «ya ha llegado» y será el tiempo el que asiente las virtudes y disipe las fricciones ante modificaciones como las acometidas desde el consistorio de la capital riojana. Como prólogo, Zúñiga ha advertido de las ventajas que comporta la nueva estrategia en la cual la DGT está volcada con cambios normativos cruciales como el de 'Ciudades 30', cuyos beneficios no sólo se miden en el alza de los niveles de seguridad, sino también en una reducción de las emisiones o la mejora en la salud de la población. Un diagnóstico compartido por el primer edil de la ciudad, que ha expresado su compromiso irreductible con el nuevo diseño de muchas de las calles que la eclosión de la pandemia aceleró, pero que estaba en su agenda desde que tomó la vara de mando.

Fernández ha esgrimido la contundencia de los datos para constatar la necesidad de un reequilibrio. Y es que, aunque los conductores son una minoría, el 80% del espacio en las ciudades está reservado para el uso del coche, obviando así a colectivos como ancianos, niños o simplemente, peatones convencidos de su condición y derechos. «No tiene sentido priorizar un modelo de transporte que no es ni mayoritario ni eficiente», ha defendido insistiendo en la necesidad de «gobernar para todos» también en materia de movilidad.

¿Por qué entonces la oposición a los cambios implementados y los que están por llegar en forma de ampliación de aceras, urbanismo táctico o reducción de la velocidad? Fernández ha puesto en cuestión el nivel de rechazo, asegurando que se sobreestima la negativa y hasta el 70% de la población está a favor de una nueva movilidad más amable y ajustada a los tiempos. «Estamos ante un cambio cultural y del estatus de quien durante años ha creído que tenía un privilegio como conductor y ahora se siente atacado con las limitaciones al uso del coche», ha reflexionado llamando a dar voz a la «minoría silenciosa» que aplaude sin estridencias el proyecto. En línea con esa conclusión, Hermoso de Mendoza ha abogado por una «convivencia razonable» en la que se precisan altas dosis de pedagogía para hacer ver que carece de sentido primar los vehículos particulares conducidos en la mayoría de las ocasiones por un solo ocupante -hombre, de mediana edad- y para recorridos que pueden realizarse a pie. El alcalde ha contextualizado aquí también las reticencias manifestadas por parte del comercio. «Se tiende a pensar que ampliar una acera hace perder ventas, cuando está demostrado que estimula el flujo y aumenta la clientela», ha sostenido convencido de que el paso del tiempo atenuará los prejuicios y evidenciará las ventajas. Y como ejemplo, las agrias críticas que en su día recibió Pilar Salarrullana por peatonalizaciones que ahora son señas de identidad de la ciudad.

El proceso exige ir de la mano entre todos los implicados. Así lo cree Beatriz Zúñiga, que ha hecho valer la condición de la DGT como «paraguas» para que los municipios den los pasos que exige la nueva realidad. Un avance que, desde su punto de vista, debe también ir acompañado con una mejora de las infraestructuras urbanas que abarquen desde la habilitación de más carriles-bus hasta ejes ciclistas con continuidad como el pergeñado por Logroño. «Igual que la Ley del Tabaco parecía incomprensible en su día y ahora nadie contempla que se fume dentro de un bar, los cambios en la movilidad urbana dejarán de ser noticia en no mucho tiempo», ha vaticinado con una llamada, compartida por sus compañeros de conversación, al papel que los medios de comunicación deben jugar alineados con ese propósito.