Moreno asume la presidencia de la Audiencia de La Rioja tras tres años de interinidad

Moreno ha sido el primero en abandonar la larga lista de puestos de la cúpula de la judicatura riojana que aún están ocupados en funciones. Una situación a la que se han visto abocados por los más de cinco años de bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Entre ellos, el del propio presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR), Javier Marca, y el de todas y cada una de las presidencias de sala.

Como padrino, Moreno eligió al exfiscal superior de La Rioja, Enrique Stern. Fue, dijo, el primer fiscal con el que «me tropecé». Era diciembre de 1995, llevaba poco tiempo en La Rioja y en el Palacio de Justicia apenas había gente. Era Navidad «y me dijo: tengo una cosilla que me gustaría comentar. Me temblaban las canillas». Esta fue una de las anécdotas con las que Moreno, más habituado a estar entre bambalinas que bajo los focos, trufó un discurso en el que tampoco faltaron las reivindicaciones. Entre sus demandas, el presidente de la Audiencia reclamó al Ministerio una cuestión de aparente justicia y que tiene que ver con la división funcional en dos del órgano que preside. Una sección civil y otra penal, que no estarían reconocida nominalmente, aunque en la práctica funcionan como dos. Al hilo de esta demanda, Moreno emuló a Gonzalo Capellán, cuando en septiembre en el Debate sobre el Estado de la Región rememoró a Carmen, Jesús e Iñaki y su mítica canción 'La Rioja existe / pero no es / Si nos unimos la hemos de hacer'. Aunque en el caso del máximo representante de la Audiencia su esfuerzo iría encaminado a que la práctica y la teoría vayan de la mano.

El recién nombrado presidente también habló de la falta de personal, de, del «notabilísimo» aumento de trabajo, de la abultada bolsa de asuntos sin resolver. «La Audiencia iba mal y sigue mal», dijo.

En este sentido agradeció a la Fiscalía el esfuerzo que hacen a diario por alcanzar sentencias de conformidad, un modelo con el que aligerar la elevada pendencia que la Justicia riojana arrastra desde las huelgas de los letrados de la Administración de Justicia, primero, y de funcionarios, después. Las protestas obligaron a suspender cientos de vistas orales y prácticamente paralizaron la actividad en los primeros meses de 2023.

Moreno también se refirió a los medios materiales y humanos necesarios para, por ejemplo, la celebración de juicios con jurado.Precisamente, en el último mes él ha dirigido la vista oral por este procedimiento contra los acusados del crimen del hostelero Guillermo Castillo, en Cuzcurrita, un asunto que continúa pendiente de sentencia.

Al acto asistieron la Consejera de Salud y Políticas Sociales María Martín, la Directora General de Justicia e Interior, Tania Saez, los decanos de Abogados, Procuradores y Graduados Sociales, los altos cargos de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, la directora del centro penitenciario, jueces y magistrados, fiscales, letrados de la Administración de Justicia y abogados del Estado, entre otros.

La dilatada trayectoria de un juez que se inició en Getxo

Ricardo Moreno pasa ahora a formar parte de la Sala de Gobierno como miembro nato en un cargo que ha desempeñado en funciones desde 2021 tras la jubilación del anterior presidente, Alfonso Santisteban, y el fallecimiento de la entonces presidenta en funciones, Carmen Araujo.

Moreno, que era el único candidato que optaba al puesto, es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, ingresó en la carrera judicial por oposición en 1991 y tuvo su primer destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Getxo.

Posteriormente sirvió en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella, el Juzgado de lo Penal número 3 de Tarragona y el Juzgado de lo Penal número 1 de Logroño hasta que en 2010 se incorporó como magistrado a la sección única de la Audiencia. También es miembro de la Red Judicial Española de cooperación judicial internacional.