«Es un momento difícil, pero merece la pena seguir luchando»

– ¿Por qué decidió presentarse a la presidencia de Asochamp?

– Francisco (el anterior presidente) dimitió en septiembre y me animaron a presentarme. Lo sopesé y dudé, pero días antes de terminar el plazo me decidí. Creo que es el momento. Acabo de finalizar la tesis doctoral y esto supone otro paso más. Hablé con el presidente de Champra y me presenté a través de esta planta de Pradejón. No puedes hacerlo por libre, siempre tiene que ser con una empresa socia de Asochamp.

– ¿Hubo muchas candidaturas?

– No, sólo Mayte Miner por Germinados S.L. (Lodosa) y yo.

– Cada vez la mujer está ocupando más cargos directivos en todos los ámbitos, incluso en el agrícola como es su caso, ¿qué significa para usted?

– Es verdad que ahora cada vez se ven a más mujeres en altos cargos. Procedo de una familia cultivadora y para mí poder seguir dedicándome a esto es bonito.

– Su primer acto oficial fue la visita de la consejera de Agricultura Noemí Manzanos la semana pasada al Ctich. Entonces se habló de una ampliación de 2.000 metros de las instalaciones, ¿qué supone para el centro?

– A priori, disponer de más superficie para poder edificar, porque cada vez se desarrollan más proyectos y contamos con muchos equipos para los que necesitamos aumentar el espacio. La alcaldesa de Autol, Catalina Bastida, ha ofrecido esos 2.000 metros de terreno.

– ¿Qué proyectos se llevan a cabo en estas instalaciones?

– Muchos a nivel regional, nacional y europeo. Unos son de revalorización de subproductos del champiñón, tanto del compost agotado como de los culillos del champiñón a partir de los cuales se está intentando extraer proteína. Otro consiste en obtener quitosano, muy importante a nivel alimentario. Por otro lado, Champlast se centra en el uso de plásticos biodegradables para sustituir a los habituales. También se realizan colaboraciones con universidades y proyectos más pequeños que tienen tirón.

– Usted está vinculada al Ctich como investigadora, ¿no?

– Sí, realicé mi tesis aquí y sigo contratada por la Universidad Autónoma de Madrid con un estudio del uso de algas en la elaboración del sustrato de los hongos.

– ¿Qué reto se ha marcado al frente de Asochamp?

– Lo primero, aprender, porque vengo del mundo científico y esto es más nuevo para mí. Tengo como objetivo que el centro ayude y dé soporte a los cultivadores, algo que se ha venido realizando, pero hay que hacer más hincapié. Y junto al Gobierno de La Rioja, desarrollar planes estratégicos que busquen a medio y corto plazo soluciones a los problemas del sector.

– Llega en un momento complicado por cuestiones como el sobrecoste por la falta de paja, ¿cómo lo afronta?

– En verano se creó una mesa del champiñón y la seta en La Rioja que une a todos los eslabones del sector. Recientemente nos reunimos con la consejera para buscar una ayuda que alivie este problema coyuntural.

– ¿Cuál es la situación respecto a la producción esta campaña?

– Ha empezado un poquito floja por los calores de septiembre y octubre. Llega el frío y debemos ser optimistas.

– ¿Qué percepción de futuro tiene para el sector?

– El ánimo está bajo, seamos realistas, pero tiene futuro. Se trata de un producto de kilómetro cero, sabroso, de economía circular y con muchas propiedades (nutricionales y medicinales) beneficiosas para la salud. Es un momento difícil, pero merece la pena seguir luchando. Hace falta promover su consumo, estaría bien que todos comiésemos un poco más de champiñón y seta.