El Ministerio evita fijar una fecha de apertura de la Ronda Sur

Los trabajos se iniciaron el 5 de noviembre de 2019, unos meses más tarde de lo previsto inicialmente. Si se hubiera respetado el calendario trazado inicialmente, la Ronda Sur de Logroño debería haberse abierto al público en agosto de este año. Sin embargo, la finalización de las obras parece aún lejana y ni siquiera hay una previsión exacta de fechas. En una respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria formulada por los diputados del PP Cuca Gamarra y Javier Merino, el Gobierno central evita fijar plazos concretos: «Es prematuro establecer una fecha de finalización de las obras de la 'Autovía A68 Tramo: Arrúbal-Navarrete' puesto que las obras civiles están muy condicionadas por las condiciones meteorológicas, los terrenos encontrados, etc.».

De esta manera, ni siquiera se recoge formalmente la previsión realizada este año por la anterior titular de Ministero de Transportes, Raquel Sánchez, en una de sus últimas visitas a La Rioja. En el pasado mes de marzo, Sánchez anunció en Pradejón que la ejecución de la Ronda Sur acabaría «a finales de 2024». Con la configuración del nuevo Gobierno, el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, ha heredado este expediente inconcluso. En un horizonte temporal no demasiado definido hay al menos una fecha clave: en el año 2026 expira la prórroga de la concesión de la autopista AP-68, que, salvo sorpresa, quedará entonces libre de peajes.

El proyecto de la Ronda Sur consiste en la utilización de la AP-68 entre Arrúbal y Navarrete como circunvalación de Logroño una vez quede libre de peaje, como alternativa al eje N-232/LO-20. Para ello se habilitarán nuevos enlaces, con el fin de mejorar su conexión con las redes del estado y la autonómica. Cuando entre en funcionamiento, la actual circunvalación –que ahora parte la ciudad en dos, con los barrios del sur desgajados del centro– se convertirá en una arteria más de la capital.

Una obra de tal calibre, que se extiende a lo largo de 29 kilómetros, no solo ha exigido una continua actividad constructiva. En enero de 2019 se abrieron los trámites para expropiar 1.072 fincas de ocho términos municipales: Agoncillo, Fuenmayor, Lardero, Logroño, Arrúbal, Navarrete, Villamediana de Iregua y Murillo de Río Leza. Desde entonces se ha apreciado un continuo movimiento que aún parece lejos de finalizar. Al subir la cuesta de la Grajera, a cinco kilómetros de la capital, la autovía se estrecha, queda reducida a un carril y se abre un desvío provisional que lleva a Fuenmayor. Las obras continúan hasta el polígono de Lentiscares. Desde la carretera se puede contemplar un viaducto recién construido y varias calzadas, algunas con asfalto. A simple vista, resulta difícil hacerse una idea del dibujo final y del volumen de trabajo que queda todavía pendiente.

En julio de este año, apenas cuatro meses después de la visita de la ministra Sánchez a Pradejón, la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, indicaba que las obras avanzaban «a buen ritmo», aunque retrasó la fecha de apertura hasta septiembre del año 2025. Un modificado en el proyecto había incrementado el coste total de la obra hasta los 133 millones de euros, de los que en julio se llevaban ejectuados poco menos de la mitad (el 43%, algo más de 57 millones de euros).

Después de las varias fechas previamente anunciadas (2023, 2024 y 2025), la evasiva respuesta del Ministerio deja en el aire cuándo se finalizará la Ronda Sur, una macroestructura que, en cualquier caso, debería entrar en funcionamiento antes de que expire la prórroga de la concesión de la autopista.