Las menores prostituidas en el seno de la residencia Iregua y en el centro de Calahorra

En marzo de 2020, el Juzgado de Instrucción número 3 de Calahorra ordenó el ingreso en prisión de cinco de seis personas que habían sido detenidas en esta localidad y en Tudela (Navarra) por delitos contra la libertad e indemnidad sexual, salud pública, contra la libertad y contra la intimidad, hacia menores de edad. Aquellas detenciones fueron el fruto de una investigación iniciada en agosto de 2019, cuando la Fiscalía de Menores alertó del posible desamparo de unas menores, tuteladas por los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

Los agresores sexuales, según informó entonces la Jefatura Superior de Policía de La Rioja en una nota de prensa, tenían como propósito la búsqueda de menores, bien en lugares de ocio nocturno o a través de redes sociales, a las que proporcionaban estupefacientes, con el fin de anular sus voluntades y tener acceso sexual.

Las investigaciones comenzaron en un fin de semana en el que las menores acudieron de fiesta a Calahorra y conocieron a un hombre, de 45 años, de origen colombiano y vecino de la localidad de Calahorra, y a su grupo de amigos con los que entabló una relación de amistad. Este varón acudió un par de fines de semana a Logroño para recoger a la menor y llevarla a su casa, en una céntrica calle del casco antiguo de Calahorra para obligarla a mantener relaciones sexuales con él y sus amigos, suministrándole drogas para anular su voluntad.

En muchas ocasiones incluso llegó a grabar vídeos de la menor mientras mantenían relaciones bajo los efectos de las sustancias estupefacientes; en una ocasión llegó a obligar a la menor a tener sexo por la fuerza. El agresor incluso llegó a encerrar a la menor en su habitación durante quince días.