Médicos de familia y pediatras del Seris irán a la huelga el 19 de junio

La movilización, como expone Ángel Laspeñas, médico de familia y delegado de CSIF, está fundamentada en la negativa de la consejera de Salud a formalizar un encuentro. «La huelga demuestra el hartazgo de los médicos de familia y pediatras, sobre todo de no ser escuchados», explica Laspeñas. De ahí que sus sensaciones sean que el 85% de los facultativos vaya a asistir a la huelga. «Va a ser secundada mayoritariamente», asegura. Todo debido, en parte, a las condiciones que afrontan los médicos de familia y pediatras «desde hace años». «Faltan profesionales y las condiciones laborales son malas, al igual que las retributivas», expone Laspeñas.

Todo ello, además, «nos resta» trabajadores en comparación con las regiones limítrofes. Sobre todo, porque «en los últimos meses se han mejorado las condiciones laborales y retributivas en Navarra o en Asturias, lo que provoca que los profesionales que ya emigraban de La Rioja, como los jóvenes, tengan más motivos para hacerlo», lamenta el delegado de CSIF mientras critica que «aquí nos estamos quedando atrasados».

Las reivindicaciones no son nuevas. Ya en el primer escrito exigieron que el número máximo de pacientes que atiendan a diario sea de 35 para las consultas de Medicina de Familia y de 30 para Pediatría. «Las agendas de calidad no implican trabajar menos, sino hacerlo con menos pacientes para poder atenderlos mejor», apunta. Otro de los puntos tiene que ver con una menor burocracia y con no derivar al médico de familia los procedimientos que corresponden a medicina del trabajo. Además, reclaman una subida lineal de 400 euros mensuales en el sueldo base, una revisión salarial con una subida garantizada que sea como mínimo de un 2% y acorde con el ajuste del IPC, o que se pague la hora de guardia entre 30 y 35 euros. «En el caso de sanidad, es una verdadera necesidad hacerlo, porque todas las mejoras laborales que se puedan producir en las comunidades limítrofes nos van a restar profesionales y ya nos faltan muchos», asegura. La esperanza, en cualquier caso, es que esta huelga sea «la primera y la última que hagamos». «Confío en que no haga falta estar tres meses de huelga y que la consejera no se limitará a decir otra vez que esto era cosa de unos pocos que solo querían dinero, sino que algo más tendrá que señalar», concluye.