El marrón ya gana por peso al amarillo en toda La Rioja

La estadística del INE no analiza la generación y reciclaje de los biorresiduos, aquellos restos de alimentos, materiales vegetales o de celulosa manchada con restos de comida que, desde hace pocos años en La Rioja, deberían tener en el contenedor marrón su destino final. Pero para completar la visión de cómo acuden los riojanos a los contenedores es necesario analizar la frecuencia y el uso que se hace de estos. Hacerlo empíricamente, es decir, metiendo la nariz en uno, supone encontrar mucho espacio vacío y demasiadas equivocaciones a la hora de reciclar. Aunque no todo es negativo.

De las estadísticas se encargan entidades como Logroño Limpio, para la capital, y el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja para casi 130 localidades. Y el análisis arroja sombras, pero también motivos para la esperanza. El contenedor marrón se encuentra, de momento, infrautilizado aunque en auge. Los ciudadanos cada vez separan más (y mejor) sus restos orgánicos, aunque aún lejos de la utilización que se hace de contenedores de otros colores, cuyo uso está mucho más interiorizado.

Por ejemplo, en la capital, Logroño Limpio señala que en 2021, cuando comenzaron a implantarse de manera progresiva estos contenedores, se trataron 691 toneladas. En 2022 fueron 706 y en 2023, 1.610. Hasta este 31 de agosto, esa cifra ya se había superado, con 1.657 toneladas. En comparación con esos ocho primeros meses, por ejemplo, los azules habían recibido 2.801 toneladas de papel y cartón. ¿Y en los verdes? En la denominada 'fracción resto' se recibieron 24.429 toneladas, 14 veces más (en peso) que en los contenedores de biorresiduos.

Eso sí, el marrón ya vence al amarillo en Logroño, que en los ocho primeros meses recepcionó 1.492 toneladas de envases, algo que entra dentro de una lógica de báscula: los restos orgánicos pesan más que el plástico o los envases. En volumen, sin embargo, aún no sucede esto.

Fuera de la capital, entre enero y septiembre los contenedores marrones del Consorcio habían recuperado 2.546 toneladas, más del doble que las 807 de 2023, el primer año que se puso en marcha este servicio y casi cien toneladas más que lo recepcionado en los amarillos.

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