Fallece María Paz Rodrigo, la primera mujer abogada en La Rioja

María Paz Rodrigo, la primera mujer abogada en La Rioja, falleció el pasado día 10 a los 95 años. Rodrigo fue la primera mujer en el Colegio Oficial de Abogados de La Rioja y durante veinte años, la única. Toda una pionera que tuvo que abrirse su propio camino en un tiempo en el que las abogadas eran toda una rareza.

Como ella misma contaba a este diario en un reportaje publicado en el 2017, completó sus estudios de Derecho en Zaragoza. «Éramos solo dos chicas en clase», recordaba. Procedía de una familia con preferencia por los estudios económicos, a los que se dedicaban su padre y su hermano Antonio, pero decidió tomar otro rumbo con el apoyo de los suyos:«Mis padres lo aceptaron muy bien. A la que acosaron un poco sus amigas fue a mi madre, que le decían 'por Dios, una chica, si con esas cosas pierden la belleza».

Diario LA RIOJA recogió en sus páginas aquel 28 de enero de 1958 en el que María Paz Rodrigo López-Angulo ingresó en el Colegio de Abogados de La Rioja, prestando juramento como letrada en el Palacio de Justicia. Un acto que «había despertado especial interés entre los profesionales del Derecho por tratarse de la primera mujer que se incorporaba». No faltaba la nota machista en aquel texto en el que se destacaba que «la toga no menoscaba el natural encanto de su juventud y belleza», pero sin duda, dada la extensión de la detallada crónica, fue toda una noticia en La Rioja de entonces.

Tuvo que demostrar más María Paz Rodrigo que, pese a todo, siempre resaltó el respeto que encontró entre sus compañeros de profesión. «A la gente en general le sorprendía que una mujer fuese abogado, aunque tanto los compañeros como en la magistratura me acogieron bien. Supongo que muchas personas pensarían 'qué disparate', pero no me lo dijeron», apuntaba en el reportaje de hace unos años. Recordaba también su primer caso, «de un cliente catalán»: «Él tenía mucho miedo a que le defendiera, pero yo tenía más, aunque él no lo notaba. Con mucho pundonor preparé bien el asunto y acabó felicitándome el tribunal. Gané el caso».

Eran tiempos en los que las mujeres no podían ser jueces, fiscales o, a lo que aspiraba María Paz Rodrigo, notarias. Tuvo que montar su propio despacho de abogados en Logroño, especializándose en derecho sucesorio y ejerciendo durante más de cuatro décadas hasta su jubilación, en torno al año 2000. Entre sus logros también está haber formado parte, a comienzos de los ochenta, de la Junta del Colegio de Abogados.

Con Isabel Dulín formaría el despacho Rodrigo-Dulín, al que se sumó su sobrina, Alicia Rodrigo, que habla con cariño la forma de ser y la profesionalidad de su tía. «Era alguien con mucho carácter, una persona con muchos intereses, culta, a la que le gustaba la lectura, la música, viajar... Entre los sesenta y setenta estuvo en Japón, Rusia y Nigeria, visitando a la compañera que estudió con ella en Zaragoza. Era una mujer adelantada a su tiempo», recuerda.

Además, Alicia recuerda a María Paz Rodrigo como letrada, «era muy profesional, trabajadora y seria», y como pionera que tuvo el reconocimiento de toda la profesión: «Ha sido el referente para muchas, para todas las que hemos ido detrás». Cuando ella comenzó fue la primera; hoy, La Rioja cuenta con 276 abogadas

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