María Ángeles quiere continuar en Inglés

María Ángeles García Esteban estudia 3º de Inglés en el CEPA Plus Ultra de Logroño y desea seguir haciéndolo, pero no es fácil. El traslado este curso a lo que fue el CEIP San Francisco ha provocado que haya tenido que cambiar de horario y que, ocasionalmente, no haya podido asistir a clase por el cambio de aula. Todo debido a su discapacidad, puesto que se mueve en silla de ruedas.

La planta baja del centro solo cuenta con un aula, donde se imparten sus clases de Inglés, pero cuando ha habido alguna actividad que obligaba a utilizar ese espacio y trasladar a los alumnos al primer o segundo piso María Ángeles no podía asistir porque no hay ascensor ni rampas, solo escaleras, así que no puede subir. También ocurrió que hay otra alumna con discapacidad en formación reglada, y ésta tiene preferencia ante la única aula disponible para ellas; así pues, María Ángeles se quedaba sin poder asistir a sus clases de Inglés.

A principio de curso María Ángeles García solicitó formalmente al consejero de Educación que «se garantizase el derecho de todas las personas a los centros educativos en igualdad y en condiciones» y «una solución satisfactoria para todos».

El propio Pedro Uruñuela le contestó entonces, en octubre, que «con el fin de garantizar el acceso a la formación permanente de todos sus alumnos ya han comenzado los trámites oportunos para dotar al centro de todas las condiciones de accesibilidad necesarias».

Sin embargo, siete meses después, el Plus Ultra continúa sin ascensor y las situaciones en las que María Ángeles García no ha podido asistir a las clases de Inglés se han vuelto a suceder. Por ello, la alumna ha remitido un segundo escrito tanto al Gobierno de La Rioja como al Ayuntamiento de Logroño «para denunciar y reclamar lo que en derecho me es debido, como es la urgente instalación de un ascensor», puesto que «han pasado siete meses y no se ha advertido la presencia de ningún representante de ascensores ni siquiera la de algún albañil lanzado a la toma de medidas de la zona». «El hecho de que un centro educativo no disponga de ascensor contraviene la Constitución», añade, y concluye que sufre discriminación ya que «esa única aula no es que haya sido 'habilitada' para el acceso a personas con dificultades motoras sino que, simplemente, da la casualidad de que está en la primera planta».

«Cuando el Plus Ultra estaba en avenida de Lobete era todo accesible. Al trasladarnos, pregunté si iba a haber algún problema de accesibilidad y me dijeron que no, que al haber un aula en la planta baja iba a poder continuar asistiendo a Inglés», recuerda María Ángeles. Pero su temor se confirmó el primer día de clase, cuando ya se encontraba de camino. «Me comunicaron que no podía asistir porque el aula estaba ocupada por otra persona, también en silla de ruedas», expone María Ángeles.

Entonces consultó por otras opciones, como la posibilidad de cambiar de turno, y pasó a un horario nocturno en el que no coincidía con la otra alumna, de manera que se podía utilizar el aula de la planta baja. «La chica de la formación reglada renunció y pude volver a acceder al horario que tenía originalmente», cuenta María Ángeles, quien ahora asiste de 17.30 a 19.00 horas los lunes y miércoles. Pero el problema, aparentemente despejado, continuó. «No hay ascensor para acceder a las otras dos plantas y cuando se organiza algún evento en esa aula de la planta baja yo no puedo asistir a clase», señala, motivo por el cual ha mostrado su queja, de nuevo, a las instituciones durante el pasado mes de mayo sin que, por el momento, haya obtenido respuesta.

«Quizá yo no pueda conseguir un ascensor pero cuando venga otra gente, otros cursos, con problemas de movilidad, me gustaría que puedan acceder a todas las aulas», desea María Ángeles, quien también destaca que no puede asistir a las reuniones del Plus Ultra puesto que se celebran en el salón de actos de la primera planta. «Tengo compañeros interesados en asistir a clases pero, visto el panorama, no se inscriben ni lo intentan porque no hay aulas», advierte.

La Consejería de Educación ha asegurado a Diario LA RIOJA que el ascensor se instalará en verano y si no se ha hecho antes es por no entorpecer el desarrollo de las clases.

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