De Marbú a Arluy: tres generaciones de riojanos dedicados a endulzar la vida

El patriarca abrió la factoría en Viana (Navarra) en 1959. La empresa fue vendida a Nabisco en 1985. Tres años después, su hijo Arturo San Juan Martínez (fallecido en mayo del año pasado) creaba Arluy en La Portalada, cuyas riendas mantuvo hasta su jubilación en el 2003. Desde el inicio el objetivo fue desarrollar productos centrados en el segmento de especialidades y galletas rellenas, evitando entrar en el poco diferenciado mercado de galletas básicas.

En el año 2009, y ya con Arturo y Javier San Juan Berrozpe como tercera generación de la empresa, Arluy adquirió a Grupo Siro algunas de las marcas más reconocidas de la compañía, Reglero y Río, muy valoradas y conocidas por los consumidores, y con la que complementaron las productos de la compañía. También distribuye Flora.

Durante el 2011, Arluy llegó a un acuerdo con la multinacional Grupo Natra para la adquisición de la conocida marca de chocolates Zahor. La compra hizo que Arluy expandiera su negocio a un mercado complementario. En el 2012, la firma adquirió en El Sequero una nueva factoría con 25.000 metros cuadrados que dejó LEAR, en la que invirtieron 10 millones de euros.

Dos años después, y tras destinar otros doce millones, abrieron un centro en El Sequero en el que incorporaron cuatro líneas más modernas de cara a duplicar la capacidad productiva. El año pasado finalizó una tercera inversión de 7 millones en una nueva línea.