Máquinas y prensas pequeñas ayer, hoy gigantes e inteligentes

En aquel momento, Marrodán y Rezola, una de las empresas más emblemáticas de La Rioja por sus más de 170 años de historia, ya era la referente en el diseño de prensas hidráulicas para el sector vinícola. Más adelante, con su incorporación a Biele Group en 2009, consiguió abrirse paso en plena crisis económica a los sectores del caucho, automoción, metal, madera o construcción, con unas máquinas renovadas y de mayor tamaño que, a través de la implantación de la tecnología, también permitieron hacer un seguimiento y una medición del rendimiento de los procesos productivos mucho más específicos.

Pero en este camino de crecimiento y de modernización se quedaron, no obstante, numerosas empresas riojanas, como las dedicadas a la fabricación de máquinas-herramientas para trabajar el metal o las destinadas a la actividad agrícola o forestal (a pesar de que muchas incrementaron su inversión tecnológica), que han visto cómo su número se ha ido reduciendo desde la crisis económica de 2008 (pasando de cuatro a tres y de diecisiete a diez empresas durante el pasado año, respectivamente).

Otras, como las encargadas de la producción de maquinaria y equipos no clasificados, así como las de uso general y específico, siguen encontrando la manera de progresar. De hecho, se trata de un sector que, según el último Anuario Estadístico de La Rioja, elaborado por el Instituto de Estadística de La Rioja, empleaba antes de la irrupción de la pandemia a 2.215 personas repartidas en 80 empresas, y que en 2020 alcanzó unas cifras de ventas de 93.567 euros. Un dato superior al que registró en 2016 (75.065 euros), pero inferior al de los últimos años (en 2017 el sector alcanzó 149.034 euros en ventas; 140.214 en 2018 y 140.506 en 2019), que evidencia que su radiografía aún puede mejorar.

Su evolución en el comercio exterior es, sin embargo, mucho más esperanzadora, ya que en el último año el valor de las exportaciones ha experimentado un crecimiento del 7,2%, pasando de 97,5 millones de 2020 a los más de 104,2 de 2021, según el ICEX. Un incremento que, a pesar de no superar los niveles prepandémicos (125,1 millones en 2019) le sigue muy de cerca, hasta ocupar la sexta posición en el ranking de productos exportados.

En este punto de crecimiento se encuentra Nidec Arisa, uno de los gigantes del sector en la región, que ha pasado de ser una empresa local, con 130 trabajadores en 1980, a una compañía multinacional con 230 empleados y una tasa de exportación del 90%. Un crecimiento que, a lo largo de estos cuarenta años, se ha visto intensificado por su línea productiva, que ha pasado de la fabricación de prensas y accesorios destinados a las industrias locales de menaje, ferretería y cerrajería, a unas prensas más rápidas, de mayor tamaño y digitales, enfocadas exclusivamente al sector de la automoción. Desde entonces, explica Tomás Ariznavarreta, presidente de Honor de la empresa, su evolución ha estado marcada por la investigación, innovación y por la adaptación a las necesidades de los clientes, entre las que se incluyen la apertura de nuevas ramas de fabricación o la incorporación de nuevas tecnologías, como las servoprensas, que han permitido que alcance la decimoséptima posición de empresas riojanas con mayor nivel de facturación.