Eso le llevó a pensar «el proponer al Gobierno de La Rioja o a los ayuntamientos que acepten mi donación de otra máquina trilladora que tengo almacenada en Badarán, para poder llevarla a las residencias de mayores, porque son máquinas que les ayudan a recordar», y añade que «también se puede utilizar para mostrarla por los colegios, a fin de que los niños conozcan directamente cómo eran esas máquinas de sus antepasados».
«También se puede utilizar para mostrarla por los colegios, a fin de que los niños conozcan directamente cómo eran esas máquinas de sus antepasados»
Así, él está dispuesto a donarla, gratis, a cualquier ente público que se comprometa a cuidarla como es debido, «porque es de madera y no se puede dejar en la calle, en poco tiempo estaría destrozada» y «también que se pueda ver en una exposición permanente o llevándola, como hago yo con la otra, a mercados o muestras». Además, señala que la trilladora, concretamente una Ajuria Nº 1 de la década de 1930, sería donada con otros dos elementos de la época, una segadora de tiro animal y una aventadora.
Desde hace una década, la trilladora está guardada en un pabellón agrícola de Badarán, «propiedad de Patatas Rubio de Santo Domingo de la Calzada, que gestiona mi tío Félix de Santiago, a los que estoy muy agradecido».
Valentín recuerda que estas máquinas «supusieron una revolución en el mundo rural en aquellos tiempos, porque era dejar atrás las tremendas labores de trilla en la era, todo a base de trabajo manual. La trilladora realizaba esas labores ella sola».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.