«Manuel era un compañero muy querido por todos»

Manuel Montoya era técnico de ambulancias, alguien a quien su vocación por ayudar a los demás desde el ámbito sanitario le llevó a trabajar desde bien joven. Estuvo un tiempo en Cruz Roja de Santo Domingo de la Calzada, después, en el servicio de emergencias riojano. Hijo del exalcalde de Santurde Jesús Montoya, tenía un profundo arraigo en su pueblo, tanto que vivía a caballo entre el municipio riojalteño y Vitoria, donde residía con su novia. Buena parte del verano lo pasó en Santurde, disfrutando el pasado fin de semana del colofón, las fiestas de Gracias y la Virgen de la Cuesta como un santurdeño más.

«Era una buena persona, alguien muy querido», recuerda con la voz entrecortada Raúl Espinosa, alcalde de Santurde, incidiendo con cariño en el hecho de que Manuel era alguien a quien conocía todo el pueblo. Además, formaba parte de la Sociedad de Cazadores El Valle, y desde la Federación Riojana también se sumaron ayer a las condolencias.

En la concentración y el minuto de silencio de este martes en Logroño, muchos de sus compañeros de emergencias le lloraban entre sentidos abrazos. «¿Qué os voy a decir? Era un encanto, un profesional, hace muchos años que estaba con nosotros», expresaba entre lágrimas Alberto Ezquerro, jefe de Tráfico del transporte sanitario. Por su parte, Adrián Bajovélez, director técnico, relataba que «esa misma mañana habíamos subido a Haro con otro compañero a hablar con él de unas cuestiones, porque era miembro del sindicato e iba a pasar a conducir».

Manuel Montoya trabajaba en la primera línea sanitaria desde hace años y lo ejemplifica su experiencia durante la pandemia, cuando atendió, «con muchísimo miedo», al primer caso sospechoso de covid de la región, en Calahorra, y que relató el propio Manuel en las cámaras de TVR. «Esos días llegábamos a las casas y las familias tenían mucha preocupación, nosotros también la teníamos», explica en esas imágenes, narrando que «veías a compañeros que venían en la ambulancia y querían estar solos, sin hablar con nadie, otras veces necesitabas charlar, contarle a alguien lo que llevas dentro». «No somos héroes, somos personas, este es nuestro trabajo, lo hemos elegido y ponemos nuestro granito de arena», dejaba Manuel un humilde mensaje que hoy gana aún más significado.