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La trayectoria escrita en las hemerotecas de Podemos La Rioja aflora una extraordinaria historia de desencuentros, de demandas y contrademandas, de despidos y contrataciones, de primarias fallidas y de gestoras..., hasta el punto de que la mayoría de las grandes decisiones las ha acabado ... tomando Madrid en lugar de las bases locales. Desde hace ya tiempo, escribir sobre la formación morada en La Rioja supone un 'marrón', como se conoce en el argot periodístico, y, de hecho, el partido llamado a revitalizar la transparencia institucional es el más opaco de todos, como ha demostrado estos días la diputada Raquel Romero al no atender a los periodistas locales y dirigirse únicamente a los riojanos a través de los medios nacionales.
Podemos pasó en poco tiempo de 'ocupar' de prestado las mesas de un bar de La Estrella a obtener grupo parlamentario, con cuatro diputados e importantes recursos económicos. Pero, incluso a aquellas sus primeras elecciones, los 'morados' riojanos ya se presentaron gobernados por una gestora: Raúl Ausejo, designado por las bases secretario general de Podemos en febrero del 2015, fue elegido también tres meses después con una lista 'no oficialista' (con Madrid) candidato a las autonómicas. Irregularidades en las votaciones, así definidas al menos por la Comisión de Garantías, apartaron a Ausejo de la candidatura, de la secretaría general y del partido.
La coyuntura, y Madrid, auparon a Germán Cantabrana como candidato. Comienza así, con los electos Ana Carmen Sáinz, Juan Calvo, Natalia Rodríguez y el propio Cantabrana, una tortuosa trayectoria parlamentaria. Juan Calvo sustituyó al cabeza de lista como portavoz ya en enero del 2016, relevo atribuido inicialmente a una voluntad rotatoria del liderazgo en el hemiciclo. A los pocos días se conoció un informe que atribuía a Cantabrana la reiteración de «faltas graves», tales como ausencias, falta de respeto hacia sus compañeros, dejación de funciones..., mientras el partido seguía gobernado por la gestora.
En febrero de ese año, Podemos convoca por fin elecciones internas que, un mes después, aupan a Kiko Garrido a la secretaría general con una rácana participación del 16,5% del censo. En enero del 2017 el grupo parlamentario vuelve a cambiar de portavoz y Ana Carmen Sáinz sustituye a Juan Calvo. Al tiempo, Podemos incoa expediente a Cantabrana por las «nulas» relaciones con el resto de parlamentarios. La Comisión de Garantías de Madrid decreta unos meses después la nulidad del expediente y Cantabrana recupera incluso la portavocía del grupo parlamentario en febrero del 2018. Entre tanto, las nulas relaciones con sus compañeros parlamentarios dejan de ser tan 'nulas' con Juan Calvo y Ana Carmen.
Llega el caso del despido de Luis Illoro (uno de los fundadores de Podemos)como asesor en el hemiciclo, a quien luego la Justicia ordenó readmitir. Suscriben la 'patada' tres de los cuatro diputados mientras se conoce también la apertura de un expediente de acoso laboral en el propio grupo parlamentario e incluso una denuncia, sobreseída, en la que Cantabrana acusaba a su compañera Natalia Rodríguez, la cuarta, de un supuesto robo para culminar casi cuatro años en un laberinto de odios, traiciones y conspiraciones que harían pequeño incluso al mismísimo Larry Hagman.
El desmadre final llega con las primarias para las pasadas elecciones de mayo. La dirección del partido, la de Kiko Garrido, excluye la lista de Cantabrana y Ana Carmen Sáinz, pero la Justicia estima la demanda del portavoz parlamentario contra su exclusión y deja a Podemos sin primarias y sin líder en vísperas electorales. Ante la premura, el Consejo de Coordinación Estatal (otra vez Madrid) suspende las primarias y elige una lista 'a dedo' en la que aparece por primera vez la diputada Raquel Romero con Kiko Garrido, máximo responsable de la formación en La Rioja, como número dos. Es decir, Podemos nacional trajo contratada a Romero de su 'exilio' de Berlín y, luego, la convirtió en candidata riojana.
Después de las elecciones y ante la oportunidad de un acuerdo de gobierno, aparecen en escena los 'hombres de negro' de Podemos Castilla La Mancha, donde, como aquí tras suspender las primarias, gobierna otra gestora. De nuevo, Podemos La Rioja queda sometida a los designios de Madrid, así que, por mucho que se desmarquen personalmente algunos líderes nacionales con sus declaraciones sobre la actitud de Raquel Romero durante la investidura de Andreu, parece claro quién es la mano que mece la cuna.
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