Protesta «tranquila» en Merca Rioja

«Habremos estado unos 200, igual no llega», aseguraba a primera hora de la mañana Francisco Fernández, de Hormilla, al ser preguntado por cuánta gente había pasado la noche en el lugar. Algunos de ellos habían dormido en el tractor, otros en el coche y algunos, según cuentan, apenas habían pegado ojo. «Hemos hecho lumbre y hemos estado esperando a que viniera algún camión a descargar, pero no ha venido», afirmaba Fernández. «La noche ha sido tranquila, las fuerzas de seguridad se han portado muy bien con nosotros y no ha habido ningún problema», añadía.

A las seis de la mañana, mientras, muchos de los agricultores ya habían abandonado el lugar y se habían retirado a sus hogares a descansar. De hecho, solo quedaba un pequeño grupo a las puertas de Merca Rioja, junto a un tractor. Cerca de ellos, menos de una decena de tractores reposaban bien aparcados. El resto de la ciudad despertaba también sin sobresaltos después de una tarde de domingo en la que los tractores habían hecho acto de presencia en el centro de la ciudad. A las seis de la mañana, aunque había efectivos de la Policía Nacional en El Espolón, no quedaba rastro de esos vehículos, ni tampoco en la Gran Vía ni en las rotondas de acceso a Logroño (gasolinera de Las Gaunas, calle Chile...) que en las primeras jornadas de protestas sí que se colapsaron.

Las protestas de este lunes, por lo tanto, no han tenido nada que ver ni en número ni en intensidad con las de esos primeros días de movilizaciones, aunque los portavoces de los 'chalecos amarillos' siguen destacando «la unidad» que existe en el sector. Conforme la mañana ha ido avanzando, el número de personas congregadas frente a Merca Rioja ha ido aumentando. Así, a las siete la mañana han llegado unos veinte tractores procedentes de La Rioja Alta y alrededor de unas 25 personas se han dado cita en el paso de peatones de acceso a Merca Rioja impidiendo la entrada y salida de vehículos de la instalación.

Ese primer convoy ha llegado acompañado de un par de furgonetas de la Policía Nacional, con cuyos efectivos los agricultores han colaborado para no causar demasiados estragos en el lugar. Cerraban el paso a Merca Rioja y, cuando la Policía lo pedía, lo volvían a abrir evitando de ese modo que se generaran problemas de tráfico. Así ha ido pasando la mañana, sin grandes sobresaltos más allá del de una mujer que les ha reclamado que se fueran a supermercados como Mercadona o Eroski. «Vete a casa, que estás resabiada», le ha respondido un agricultor.

Un momento puntual en una jornada tranquila a la que, cerca de las nueve de la mañana, se ha sumado un nuevo grupo de tractores, unos treinta. Con ellos, el número de vehículos agrícolas en la zona se ha elevado hasta más allá de los cincuenta y el de personas se situaba un poco por encima del centenar. Cuando todos se han juntado, la estrategia ha cambiado y los agricultores han optado por ocupar la calzada. Ante eso, la Policía Nacional les ha pedido que dejaran pasar a los coches que ya estaban en las proximidades, mientras la Local ha cerrado los accesos a la calle en ambos sentidos, por lo que el lugar se quedó sin tráfico.

El tiempo ha discurrido sin novedades hasta que pasadas las diez de la mañana han comenzado los movimientos para organizar una caravana por el centro de la ciudad. Un recorrido que ha sido consensuado con la Policía Nacional, que lo único que les ha rogado es que no pasaran por El Espolón. Pasadas las diez y media ha comenzado el desfilar de tractores (unos 55) abandonando las proximidades de Merca Rioja y trasladando así las protestas a otros lugares de la capital a la espera de nuevos encuentros para tratar el futuro del campo. Uno de ellos es el que se va a celebrar el próximo 26 de febrero en Bruselas: la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea. Coincidiendo con ese encuentro, se celebrará en Madrid una jornada de movilizaciones a las que ARAG-Asaja, UAGR-COAG y UPA-UGT han confirmado su asistencia.