Un lugar donde pasar desapercibidos

Ese 'efecto llamada' impulsó al matrimonio a la hora de elegir La Rioja en su huida de Pakistán: gente de su misma comarca, de su misma casta y también algunos familiares en una zona especialmente tranquila y alejada de los radares.

En principio, un buen lugar para pasar desapercibidos, ya que tras Cataluña (que agrupa a más de la mitad de los 100.000 pakistaníes que hay en España), Valencia, País Vasco y Madrid, la comunidad es la quinta de España con mayor número de pakistaníes censados.

Muy vinculados, en principio, a la agricultura y al sector de la construcción, desde hace décadas han desarrollado diversos negocios, habitualmente familiares: tiendas de fruta, comercios, locutorios, kebabs, peluquerías... Precisamente un locutorio es lo que regentó la pareja ahora detenida durante su estancia en Logroño.

Residente en la calle Luis Barrón, en uno de los barrios de la capital con mayor presencia de esta comunidad junto a Madre de Dios, el matrimonio vivía con discreción, aunque sus compatriotas conocían lo que había sucedido en Pakistán y por eso preferían mantenerse apartados. Además, conocidos califican a la familia como «muy rigurosa y radical».

La detención ha caído como un mazazo entre los pakistaníes porque mancha la imagen de un colectivo que lleva años trabajando en La Rioja por lograr una plena integración y dejar atrás prejuicios y situaciones, como la de los matrimonios forzados y los asesinatos 'de honor', aún vigentes.