![«Debemos luchar todas juntas por lo que tenemos y por lo que queremos. Hay muchas cosas que mejorar»](https://s3.ppllstatics.com/larioja/www/multimedia/2025/02/01/RAQUEL%20VELILLA%20JM%202-kydB-U230731272818hnE-1200x840@La%20Rioja.jpg)
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Es la única superviviente de la candidatura ganadora en los anteriores comicios. Se le pasó por la cabeza marcharse, pero ha decidido no rendirse y opta, junto a un nuevo equipo, a la reelección al frente del Colegio de Enfermería de La Rioja. Raquel Aurora Velilla Leal (Logroño, 1976), casada y madre de un niño, es enfermera de la unidad de Geriatría del Hospital de La Rioja. En sus 27 años de vida laboral ha recorrido todos los vericuetos de la profesión. «Yo he sido siempre enfermera de barro, de pie de cama, de barro», asegura la candidata que se presenta bajo el lema '100.000. Ni una menos. Tu Colegio, tu lugar'.
– El Colegio de Enfermería tiene que volver a las urnas 14 meses después. ¿Cómo lo valora?
– Para mí es positivo, porque significa que las enfermeras nos estamos moviendo para conseguir cosas. El problema era el estancamiento, el no motivarnos a presentarnos, el dejar el Colegio porque es un gran desconocido cuando nos da cobertura legal, jurídica, formación, hay dinero que es para las colegiadas para becas, subvencionar congresos, doctorados… Todas esas cosas que nos hacen crecer como profesionales. Hay que potenciar el Colegio.
– ¿Hay división? El día 9 habrá, otra vez, dos candidaturas.
– No sé. Siempre habrá unos que tiren más hacia un lado y otros que tiren más hacia el otro. Ha habido algunas especulaciones y cosas que han dicho de mí que quiero aclarar. Fue una salida a goteo porque fue un grupo que nos creó una persona y no nos conocíamos lo suficiente. Esto es voluntario y yo en el momento en que se fueron las últimas me podía haber marchado también, para mí hubiera sido lo más fácil. Pero decidí quedarme sola y exponiéndome, por responsabilidad y por mi amor a la Enfermería. Sigo siendo la misma, aunque he tenido que aprender cosas este año a golpes. Sigo queriendo a la Enfermería y sé que se pueden hacer muchas cosas si nos unimos. Yo no soy política ni sindicalista, soy enfermera y como no dejo nunca a mis pacientes tampoco quise dejar este barco.
– Su mandato era para cuatro años, pero solo ha durado uno. ¿Lo ve como un fracaso? ¿Se ha sentido engañada o traicionada?
– Pues he tenido ratos para pensar de todo, pero luego intento mirar siempre el lado positivo y que todo tiene un aprendizaje y me digo que ese novio igual no era el amor de mi vida y ahora lo encuentro con esta candidatura, lo que no significa que no hayas querido al primero, pero no ha funcionado. No es un fracaso porque hemos logrado cosas.
– ¿Ha tenido ganas de tirar la toalla y marcharse a su casa?
– Más de una vez, claro. Pero luego... Soy muy cabezota y cuando creo en algo lo defiendo hasta la muerte y, aparte de mi familia, mi hijo, mi gente, lo que más quiero es mi trabajo. Cuando me caigo, me levanto. Quedarme me ha traído más problemas que agradecimientos, pero yo cuando veo que una cosa es justa y es mejorable y se puede hacer, sigo adelante. Sé que podemos conseguir muchas cosas y vamos a intentarlo si así lo deciden mis compañeras.
– Y esta vez con un equipo que sí ha elegido usted, ¿no?
– Sí. Para ser capitán primero has tenido que ser marinero y este es un equipo de pie de cama, de batalla, en el que están representados casi todos los sectores de la Enfermería, el ámbito escolar, residencias de mayores, 061, Salud Mental... Es un grupo valiente, luchador, con ideas, ganas de trabajar, ilusión y con un amor impresionante por la Enfermería.
– Si el 9 de febrero las colegiadas mantienen su confianza en usted ¿Qué les ofrece?
– Pues seguir luchando de la misma manera y escucharlas. Este es el Colegio de todas, de todos los sectores de la Enfermería. Tenemos que luchar juntas por lo que tenemos y queremos y hay muchas cosas que mejorar.
– ¿Y si las urnas deciden que debe haber relevo? ¿Se ofrecerá a colaborar con su sucesora?
– Hombre, desde luego que sí. Lo mío es el amor a la Enfermería y su mejora y estoy convencida de que la otra candidatura, a lo mejor desde otro enfoque, también va a intentar lo mismo.
Raquel Velilla
Candidata a la Presidencia del Colegio de Enfermería de La Rioja
– Habla de mejoras. ¿Cuáles son las demandas más urgentes?
– Una de ellas es el A1, a mí eso de que me den un titulito para decirme que lo tengo, no; tiene que tener su justa remuneración porque tenemos los mismos créditos que otras carreras universitarias y a ellos no les ponen trabas. Lo de la indicación de medicamentos, que va en el buen camino pero La Rioja es la única comunidad en la que no podemos hacerlo. También el asunto de las incompatibilidades, los médicos pueden trabajar en el Seris y en la privada por la tarde, pero nosotras no, cuando hay comunidades en las que sí funciona. No me olvido de las reivindicaciones de la enfermería escolar, de las compañeras de las residencias y, desde luego, del reconocimiento de las especialidades.
– ¿Le preocupan más las cuestiones salariales, inferiores a otras comunidades cercanas, o el resto de problemáticas laborales?
– Es todo. Es verdad que estamos un poco más valoradas y somos más visibles, porque antaño se nos consideraba un poco como la ayudante del médico, pero nos queda camino por avanzar. Somos todas muy vocacionales y hacemos todo lo que podemos y más, pero llega un momento en que te colapsas. El salario hay que subirlo y mejorar las condiciones.
– ¿Siente que no dan al paciente el mejor servicio posible?
– No. No le podemos dar el servicio que se merece ni el que nos gustaría porque no nos da la vida. Las condiciones laborales te generan estrés y ansiedad, eso te afecta y es horrible.
– Según Sanidad faltan 100.000 enfermeras en España, 664 en La Rioja, para cumplir los ratios europeos. ¿Ve avances?
– No, vamos a peor. El 20% de las enfermeras tiene 55 o más años con lo que se plantea un escenario de mucha jubilación. Hay que hacer algo para que no nos pille el toro. Si la sociedad pide enfermeras es que se necesitan.
– ¿Se consideran discriminadas frente a los médicos? ¿Les escuchan menos la Administración?
– Creo que hemos mejorado en eso, pero nos falta mucho. Al médico, aunque hable más bajo, se le escucha más que a la enfermera. Parte de culpa la tenemos nosotros, porque somos más pero no nos lo creemos. Tenemos que luchar y desde luego para brillar no queremos tapar a nadie.
– ¿Se sienten queridas y valoradas por los pacientes?
– Sí, desde luego. Nosotras tenemos con los pacientes esa confianza, esa cercanía, esa intimidad y esa complicidad porque estamos más tiempo con ellos.
– También están en primera línea cuando se habla de agresiones verbales y físicas.
– Sí, la sociedad está más crispada, afectan las listas de esperas y el funcionamiento del sistema, cada vez hay gente que se cree que solo tiene derechos y no obligaciones... Hay que denunciar y, claro, poner medidas.
– ¿Un deseo para este 2025?
– Mejoras para todas las enfermeras, porque estamos muy quemadas y solo nos mantiene el amor a la profesión. Mejorando a las enfermeras, mejorarán los pacientes y la calidad asistencial, que es lo más importante.
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