A las puertas del cuartel de Murrieta se encuentra la Intervención de Armas de la Guardia Civil, la encargada de fiscalizar licencias, armas, explosivos y pirotecnia. Fernando García ocupa la jefatura de un servicio en el que percibe «un leve y continuado declive».
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– ¿Por ... qué se están perdiendo licencias?
– La gente joven ha perdido la afición por la caza, mientras la gente mayor o pierde condiciones o fallece. Y no se está produciendo un relevo.
– ¿Cuál es el control al que se somete a las armas y a las personas con licencia?
– Es un control exhaustivo. Una licencia de armas no es perpetua, se puede revocar. Por ejemplo, cada cinco años se miran los antecedentes, las conductas, se revisa el informe médico… La posesión de armas siempre es restrictiva.
– ¿Por qué se puede revocar una licencia?
– Hay muchos motivos. Por ejemplo, por un delito contra las personas o por uno de violencia de género, pero también por infracciones muy graves como conducción bajo los efectos de las drogas o de alcohol o por otros delitos. También por sentencia judicial o por causas médicas, por ejemplo, por un problema de salud mental. Hay revocaciones automáticas y otras en las que se abre un expediente, se da trámite de audiencia, se evalúa… Cada revocación es un caso individualizado.
– En un momento en el que el número de licencias va a la baja y también el de las armas, ¿qué ocurre con estas cuando dejan de ser 'legales'?
– Hay tres métodos. El primero, la enajenación o venta a otra persona con licencia. La segunda, el achatarramiento. Y, el tercero, la inutilización de la misma. Todo está perfectamente controlado.
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– ¿Qué es la inutilización?
– Se ve casos en los que ha fallecido una persona que era cazadora y cuyos familiares, que ya no practican la caza, quieren mantener las armas por un vínculo sentimental. Se tramita en Intervención, el arma se envía al Banco Oficial de Pruebas de Eibar y allí, previo pago, se inutiliza y se devuelve con un certificado.
– ¿Hay armas fuera del circuito legal de La Rioja?
– Siempre es posible, pero el control es muy exhaustivo por nuestra parte, pero también por los agentes de Seguridad Ciudadana y por las fuerzas de seguridad. En La Rioja apenas se detectan armas ilegales. Al cabo del año sí que nos podemos encontrar con hallazgos de armas que su propietario tenía escondidas, o que se encontraban en trasteros, buhardillas… y que un familiar o alguien que compra una casa en un pueblo encuentra. El procedimiento es traerlas a Inspección y luego o bien se pueden regularizar para usarlas o venderlas o bien achatarrarlas.
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