'El Lechero' quema su chaleco amarillo: «Pedimos que nos escuchen. Llevamos veinte días haciendo el tonto»

José Antonio Crespo Sainz, trabajador del campo de Briones que se ha hecho popular por sus audios comentando las protestas de los agricultores, subraya que «producimos para que viva la gente»

Diego Marín A.

Logroño

Jueves, 22 de febrero 2024, 13:52

Uno de los protagonistas de las protestas de los agricultores en La Rioja es 'El Lechero'. Protagonista anónimo hasta este viernes. Popular por sus audios reenviados en grupos de 'WhatsApp' comentando los últimos acontecimientos, en la última manifestación del sector agrícola riojano se ha podido ... identificar el 'El Lechero' como José Antonio Crespo Sainz, de Briones, por su curiosa acción reivindicativa.

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Tanto en Delegación del Gobierno como en el Palacete de Gobierno ha sido uno de los que ha intentado que las autoridades recibieran a los agricultores, sin conseguirlo, mostrando a las cámaras de televisión los escritos presentados. A modo de reacción, él, en solitario, ha quemado su chaleco amarillo frente al Palacio del Gobierno de La Rioja ante la estupefacción e incomprensión de sus propios compañeros, agentes de policía y medios de comunicación. Pero, para él, esa quema tenía sentido.

«Por el campo primario, por los que trabajamos para producir alimentos. Yo no me reivindico con un color ni con un estado político. Tuve que abandonar las vacas cuando tenía 25 años, nos arruinaban con la burocracia. Por eso me reivindico», ha declarado 'El Lechero' mientras ardía su chaleco sobre la acera de Vara de Rey e identificándose como «asalariado». Eso sí, cabe señalar que un José Antonio Crespo Sainz aparece como suplente de la lista electoral del PSOE en Hormilla en las últimas elecciones municipales.

«Pedimos que nos escuchen, que no nos escuchan. Llevamos veinte días haciendo el tonto, gastando dinero, tiempo y contaminando, lo que no se hace en el campo. Porque producimos para que viva la gente», ha añadido 'El Lechero', subrayando que el chaleco era de plástico y eso sí que contamina y nadie hace nada. Y lo cierto es que, al quemarse, la prenda ha despendido un fuerte olor a PVC quemado.

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