Un jurado popular juzgará al presunto asesino de Mercedes en Los Lirios

No obstante, la muerte de la mujer, que no había denunciado nunca a su pareja, no trascendió públicamente hasta primeros de noviembre del año siguiente. Fue a raíz de otro crimen, el del pequeño Álex en Lardero, a manos de Francisco Javier Almeida. En un primer momento, una de las líneas de investigación que se barajaron, aunque no con excesiva fuerza, relacionaba a Almeida con la muerte de María Mercedes por el 'modus operandi' que, según un informe policial, se asemejaba al empleado en el crimen de la inmobiliaria cometido en 1998. En menos de 24 horas se descartó esta vía –el cotejo de las huellas halladas en la vivienda de la víctima desechó esta posibilidad–, y de nuevo las pesquisas apuntaban única y exclusivamente al esposo de María Mercedes. Para entonces, el asunto, que comenzó su recorrido en el Juzgado de instrucción número 2 de Logroño, llevaba un mes en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y el marido ya había sido detenido y puesto en libertad con la obligación de presentarse en sede judicial los días 1 y 15 de cada mes.

En un primer momento se investigó como suicidio, pero la trayectoria de los cortes de arma blanca que la víctima presentaba en el cuello descartaron esta vía. Poco ha trascendido de lo que supuestamente ocurrió en casa de María Mercedes el 13 de octubre de 2021. Sobre las 18.30 horas el marido dio aviso a la policía de que su mujer se había quitado la vida y así se creyó en un primer momento. Pesquisas posteriores y el resultado de las pruebas toxicológicas lo descartaron después.

En mayo de 2022, seis meses después de que el asesinato saltara a los medios de comunicación, el caso volvió a dar otra tuerca de vuelta. Las estadísticas del Ministerio de Igualdad, entonces dirigido por Irene Montero, contabilizaban la muerte de María Mercedes como un caso de violencia de género y las instituciones riojanas se apresuraron a reconfirmar lo que ya se sabía medio año atrás y a convocar concentraciones de condena por un crimen machista que por entonces el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) no confirmaba porque todavía se encontraba en instrucción. Es más, el Tribunal pedía cautela porque la investigación continuaba abierta y porque el marido de la víctima, aunque como investigado, continuaba en libertad. Pese a ello, la presidenta del Ejecutivo, Concha Andreu, culpó de lo ocurrido a un «fallo de coordinación policial y judicial». Poco después, la delegada del Gobierno, María Marrodán, enmendaba a la mandataria: Nada de fallo de comunicación.

El choque entre instituciones era evidente, como también lo era que unos daban por zanjado el caso una vez concluidas las pesquisas policiales y, por tanto, tenía sentido la aparición de la muerte de María Mercedes entre los casos de violencia machista a los que se refería Igualdad, y otros llamaban a la prudencia y a no poner etiquetas hasta que haya sentencia.