Junio: Días de exámenes y de más obras

Junio es el mes de los fines de curso por excelencia. Especiales siempre, pero este año más si cabe para el colegio público San Francisco de Logroño, que cerraba sus puertas después de 30 años impartiendo clases a orillas del Ebro, una noticia que sorprendía a muchos porque parece que, hoy día, se cierran negocios en un visto y no visto, pero que se cierre un colegio quedaba como raro, como que no.

Y hablando de cerrar para siempre, una parte del paisaje urbano logroñés, muy cercano a nuestra redacción, por cierto, cambiaba radicalmente: caía el túnel de la calle Dúques de Nájera. La zona parecía territorio en guerra desde hacia semanas, pero el día 6 de junio, el famoso 'cocodrilo' tiraba abajo los últimos restos del cruce y con ellos el túnel que lo atravesaba. Desde alguna ventana se escucharon aplausos y vítores, no diré más.

Pero junio también nos trajo el verano y con él rayos de luz, de sol y buenas noticias. Tras años oscuros, de pandemia y de miedo, se empezaban a recuperar importantes retales de vida y en Haro, por ejemplo, se hizo el vino. Regresó su famosa Batalla. Más de 5.000 personas acudieron a las campas de los Riscos de Bilibio a celebrar. A celebrar en mayúsculas, sin restricciones, sin distancias y con 40.000 litros de vino. Volvió la normalidad.

Y llegó también la esperanza. En este caso se llamaba Afina y es la hija del amor y la guerra. Se trata de una bebé que nació de una pareja de deportistas llegados a Logroño huyendo del horror de Ucrania y que se convirtió en la primera niña refugiada nacida en La Rioja.

El deporte nos dejó un hito importante en el mes de junio. La ciclista de Varea, Sheyla Gutiérrez, se proclamó subcampeona de España en la prueba de contrarreloj, una medalla que a todos los riojanos supo a oro.

Y es que en junio ya es verano y todo reluce un poco más.