Sede del PP, en la calle Duquesa de la Victoria, cuya compra en 2008 está siendo investigada en la Audiencia Nacional. Justo Rodriguez

Cuevas asegura que «ni él ni nadie del PP de La Rioja» entregó dinero negro a Bárcenas

El exsecretario general y la exgerente, Ana Elvira Martínez, declararon por videoconferencia en el juicio por la presunta 'caja B' del Partido Popular

Pío García

Logroño

Miércoles, 24 de marzo 2021, 07:18

La sede del Partido Popular en La Rioja, ubicada desde el año 2008 en la calle Duquesa de la Victoria de Logroño, protagonizó ayer 75 minutos del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional sobre la presunta 'caja B' del partido. Antes de ... que comparecieran las estrellas de la jornada (los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy), intervinieron por videoconferencia Carlos Cuevas, exsecretario general del PP de La Rioja y actual diputado regional, y Ana Elvira Martínez, que ocupó la gerencia del partido hasta 2018. A preguntas de los abogados de las acusaciones particulares, ambos, que habían acudido en calidad de testigos, negaron haber entregado cantidad alguna de dinero negro al principal encausado, Luis Bárcenas.

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Este juicio es una pieza separada del monumental proceso sobre la red Gürtel y en él se trata de dilucidar si existía, como asegura Bárcenas, un entramado contable en el Partido Popular para realizar ingresos y pagos a través de una 'caja B'. En los papeles del extesorero, figuraba una anotación, fechada en mayo de 2008: «Entrega de La Rioja. 200.000 euros». Ante el juzgado, Bárcenas explicó que se trataba de una cantidad de dinero negro enviada por el PP riojano para que fuera posteriormente devuelta en «moneda legal», de manera que pudiera ser utilizable para la compra de la nueva sede en Logroño. Un mes más tarde, a finales de junio, se verificó desde Génova una transferencia bancaria por idéntica cantidad al Partido Popular de La Rioja.

Carlos Cuevas y Ana Elvira Martínez negaron haber entregado dinero negro a Luis Bárcenas. Ante las preguntas (a veces confusas y no demasiado atinadas) de los abogados de las acusaciones particulares, ambos sostuvieron que en efecto se pidió una ayuda económica a Génova para la compra de la sede, aunque en ningún momento se indicó cantidad alguna, y que finalmente llegaron por transferencia bancaria esos 200.000 euros. No fue un préstamo. «Hay que tener en cuenta -explicó Cuevas- que el PP es, a efectos fiscales, una empresa única con un mismo NIF».

Cuevas rectificó en un punto su anterior declaración, prestada en 2014 ante el juez instructor, Pablo Ruz. En aquel entonces aseguró que él no recordaba haber hablado de la compra de la sede riojana ni con el tesorero nacional, Álvaro Lapuerta, ni con el gerente, Luis Bárcenas. Ayer se excusó y puntualizó que, días después, al revisar la documentación que había solicitado el magistrado, se dio cuenta de que si había mantenido conversaciones con Lapuerta, que además tenía vinculación con La Rioja. A preguntas de los abogados volvió a desgranar las fuentes de financiación empleadas para la adquisición del inmueble (un piso y tres locales): dos préstamos con el Banco de Santander, por valor de 900.000 euros y de 120.000 euros, más las donativos depositados, con nombres y apellidos, en una cuenta del Banco Popular y que sumaban unos 80.000 euros. A ello se añade el monto de las cuotas de los afiliados (unos 75.000 euros al año) y esa ayuda de 200.000 euros que llegó de Génova por transferencia bancaria.

Al ser preguntado por las declaraciones de Bárcenas, Cuevas enfatizó que «en ningún caso» se había entregado dinero al tesorero («es falso, absolutamente falso») y que no sabía por qué este había dejado esa anotación en sus papeles. «Eso se lo tendrá que preguntar usted al señor Bárcenas», replicó.

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La entonces gerente del partido, Ana Elvira Martínez, que declaró después, subrayó ante la Audiencia Nacional que en la sede del PP de La Rioja no se recibieron «nunca jamás» donaciones en efectivo, ni de particulares ni de empresarios. Ante el interés de uno de los abogados de la acusación particular por conocer si había «cajas fuertes» en los locales del partido, Martínez negó su existencia y remarcó que «jamás vio una». La exgerente no supo determinar si esos 200.000 euros que llegaron de Génova por transferencia se anotaron en los libros de contabilidad como «ayuda» o como «subvención», pero subrayó que en ningún caso de trataba de un préstamo.

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