La inexorable sequía

Todo ello ha puesto en primera línea de la actualidad al seguro agrario español, que va a alcanzar un nivel de indemnizaciones récord en la historia de esta herramienta público-privada. Se estima que superarán los 900 millones de euros, y eso sin computar las últimas granizadas e inundaciones. En todo caso, un montante muy superior a los casi 770 millones de euros abonados en 2022. Agroseguro ha calculado que alrededor de 300 millones de euros serán para cereal de invierno, leguminosas y colza. En el caso de la línea de sequía en herbáceos se estima que pueda afectar a casi todo el territorio nacional, al sur, pero en esta ocasión también al norte. En total más de un millón y medio de hectáreas, que podrían alcanzar los dos millones una vez se terminen los peritajes de las siembras más tardías. Hay que tener en cuenta que el nivel de contratación de seguros en herbáceos es muy elevado, estando asegurada alrededor del 70% de la superficie.

La cuestión es cómo de robusto es el sistema español de cara a un escenario en el que la sequía, que representa la tercera parte de las compensaciones, se convierta en una inclemencia casi permanente en nuestros campos. Porque las indemnizaciones aumentarán como consecuencia de la mayor siniestralidad, pero también los profesionales del campo cada vez son más conscientes de ello. De hecho, en los últimos ocho años el volumen de contratación ha crecido de forma continuada.