El «riojano» José Carlos Orga, uno de los 20 nuevos vocales del CGPJ

La fumata blanca del PP y del PSOE en la larga polémica por el control del Consejo General del Poder Judicial tiene un protagonista riojano. O casi riojano: el magistrado José Carlos Orga será nombrado uno de los nuevos 20 vocales del órgano a petición del PP.

Orga, aunque aragonés, tiene una trayectoria de casi 20 años dentro de los órganos judiciales riojanos. Fue decano de los jueces logroñeses, es uno de los magistrados de la Audiencia Provincial de Logroño e incluso fue candidato a presidir el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja.

De perfil conservador, y miembro de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Orga ya había sido candidato a formar parte del CGPJ en alguno de los anteriores intentos de renovación del órgano.

De hecho, Orga formaba «pareja» con otro magistrado riojano (este sí, de nacimiento) Ignacio Espinosa. Espinosa, progresista, estuvo cerca de entrar en el CGPJ a propuesta del PSOE en varias ocasiones, siempre frustradas. Ya muy cerca de su jubilación, renunció a ser candidato al órgano de gobierno de los jueces hace un tiempo.

Orga (Zaragoza, 1967) es juez desde el año 1999 y magistrado desde el 2003. En su currículum destaca que fue decano de los jueces de Logroño entre el 2010 y el 2014 y miembro de la Sala de Gobierno del TSJR.

Su primer destino como juez, donde permaneció hasta diciembre del 2002, fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cervera (Lérida). En enero del 2003 tomó posesión como titular del Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián y en el 2005 se trasladó a Logroño para hacerse cargo del Juzgado de Instrucción número 2 hasta que tomó las riendas del 3 ocupado en ese momento por Rosa Esperanza Sánchez.

En estos años, en la justicia riojana han pasado por sus manos casos muy señalados. Quizá el más representativo fue la instrucción del los supuestos delitos urbanísticos alrededor del chalé del expresidente Pedro Sanz en Villamediana.

Pero también otros. En su juzgado recayó la disolución del Club Deportivo Logroñés. Un asunto que, por cierto, nunca llegó a ninguna resolución judicial.

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