Jesús y Donato, dos amigos en el Camino

Donato no es un peregrino novato. Ha recalado en La Rioja con su amigo Jesús, con quien hace el Camino. Él ya había hecho el recorrido de Roncesvalles a Burgos, explica, y reflexiona sobre que su amigo «está sufriendo más, por las ampollas». «Si no lo hago ahora no lo haré nunca», dice Jesús sonriendo, «con la edad...», añade. Y es que en el Camino «también se sufre», apunta por su parte Donato.

«Mi motivación es más cultural que religiosa», confiesa Jesús, que también revela una de sus sensaciones en esta experiencia: «Cuando se hace el Camino... uno se vuelve más humilde. Lo importante es cómo te sientes tú y yo me siento bien».

La decisión de Donato es diferente porque «sí tiene connotación religiosa». También «le gusta andar», asegura, y para dar tantos pasos indica: «Nos hemos tenido que jubilar, pero estoy enganchado». En esta ocasión han dedicado doce días, «por eso nos quedamos en Burgos y tengo ganas de ver a mi nieto», dice Donato.

¿En estos días cómo ha sido la relación con los demás peregrinos? Jesús apunta que «todo es calma». «Se convive con cientos de personas y no he encontrado ninguna desagradable o que tenga una relación violenta».

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