Izquierdo y Antoñanzas llegan al Congreso sin una candidatura de consenso y UGT vota este viernes para elegir a su líder

Continuidad o renovación hasta cierto punto. El actual secretario general de UGT, Jesús Izquierdo –lo es desde 2017–, y quien ocupara ese cargo entre 2013 y 2016, Cristina Antoñanzas, pugnan este viernes por liderar el principal sindicato de La Rioja, con más de 10.000 afiliados, durante los cuatro próximos años. Salvo sorpresa de última hora, que puede llegar 'in extremis' con un acuerdo entre las dos candidaturas durante el Congreso Regional que se celebra en Riojafórum pero que parece inviable como reconocían este jueves ambas partes, los delegados llamados a la votación tendrán que elegir entre dos aspirantes, algo que no sucedía desde 2007 cuando optaron Javier Granda, finalmente ganador, y Luis Dorado.

Entonces, como ahora, tampoco fue posible el consenso entre ellos y el resultado final fue de cierta división porque el vencedor obtuvo el 58% de los votos. De hecho, Granda reconoció que uno de sus primeros objetivos iba a ser «resolver» la situación de discrepancias. Ahora tanto Izquierdo como Antoñanzas niegan, al menos en público, que del cónclave vaya a salir un sindicato dividido. A pesar de que existen dos claros bloques a tenor de la procedencia de los avales que han conseguido.

Izquierdo, que aprovechó las horas previas a la celebración del Congreso para presentar a las personas que integrarán su comisión ejecutiva –pasaría de cinco a diez integrantes– en caso de salir elegido secretario general, aseguró que tiene los avales de 62 delegados del total de 121 que votarán. «Cuento con los 33 de la Federación de Servicios Públicos, los 28 de Servicios, Movilidad y Consumo y con el de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos», detalló. Por lo que tiene «plena confianza» en iniciar su tercer mandato, sin descartar que vaya a ser el último.

Sin embargo, también Antoñanzas afirma tener expectativas de victoria. «Aspiro a ser la próxima secretaria general», reiteró este jueves, al tiempo que garantizaba la presentación de la candidatura aunque cuenta con menos avales que su rival, en este caso los 55 de la Federación de Industria, Construcción y Agro, a la que pertenece ella pero también el propio Izquierdo. «Vamos a pelear hasta última hora, porque lo que vale son los votos, y son secretos», dijo.

Si la proporción de avales se traslada a las urnas, Izquierdo ganaría con 51% y Antoñanzas llegaría al 45%. ¿Síntoma de división en UGT? «No puede estar en discusión el trabajo que ha hecho este equipo que yo encabezo en los últimos años», defendió ayer el actual dirigente. Aunque con la FICA ha habido diferencias «y en alguna ocasión he tenido que decir que no a alguna federación», reconoció, por ejemplo por cuestiones de índole económico, «pero ha sido por imposibilidad manifiesta, porque el presupuesto es finito».

En este sentido, Antoñanzas reconocía el lunes en una entrevista con Diario LA RIOJA que la aportación de UGT a algunas federaciones había dejado «mucho» que desear. «Si Izquierdo es reelegido, tendrá difícil reconducir la situación con FICA. Yo creo que puedo ser la persona idónea para unir el sindicato y tener consensos», aseveraba.

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