«Ser investigador fuera está bien visto y supone un puesto fijo»

– ¿Cómo recibió esta beca?

– Muy contenta e ilusionada. Primero por la oportunidad de volver a casa, pero también por volver al CIBIR. Sobre todo, porque ahora que he ganado más experiencia y aprendido otras técnicas, puedo regresar para ayudar al centro y a la investigación riojana a seguir creciendo. Esta es una cuestión muy importante para mí, pero también creo que este proyecto es muy bonito, porque podemos ayudar a muchas personas, tanto a los pacientes como a sus familiares, y que una compañía como Roche Farma crea en ti y dé valor a tus ideas hace que me sienta muy feliz.

– Es la primera investigación que se realiza sobre el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas. ¿Cómo surgió la idea?

– Esta investigación surgió gracias a la estrecha relación con los oncólogos del hospital San Pedro, que nos transmitieron la necesidad de llenar el vacío que había en el tratamiento de los pacientes con cáncer. Nos pusimos a investigar y descubrimos una área que está empezando a aflorar, la de los VOCs, unos compuestos volátiles y muy específicos que permiten diagnosticar enfermedades infecciosas. Y se nos planteó la idea de estudiar su evolución en el cáncer de páncreas, lo que permitirá, si tenemos éxito con esta investigación, un diagnóstico temprano y una mejora en el tratamiento.

– ¿Cuál es la situación de la investigación en España? ¿Está tan mal como se cree?

– Sí, aunque a raíz de la pandemia se está intentando mejorar con nuevas iniciativas y se está empezando a destinar una mayor inversión. Aún así, la situación es muy precaria. La carrera de investigador es complicada e inestable, dependes mucho de las becas que, además, son temporales. En España estamos un poco atrasados en relación a otros países de la Unión Europea o del mundo, en donde hacer una carrera de investigador está bien visto y supone tener un puesto fijo. Aquí, sin embargo, hemos estado muy tapados hasta la irrupción de la pandemia. Ahora es cuando la gente se está involucrando un poco más en la ciencia, así que espero que las cosas continúen mejorando a través de iniciativas como esta beca.

– Pero antes de participar en esta iniciativa se marchó a Irlanda. ¿Qué fue lo que le hizo dejar España e irse a investigar fuera?

– Decidí marcharme porque no encontraba nada. No pude acceder a ninguna beca ni firmar ningún contrato. Allí, sin embargo, me ofrecieron trabajar en un centro de investigación con unas condiciones laborales mucho mejores de las que podemos encontrar aquí en España. Por eso me fui y, aunque aprendí mucho, a largo plazo terminó pasándome factura.

– ¿Por qué?

– Porque, aunque marcharte fuera te enriquece, hay momentos en los que uno se encuentra solo. No estás en tu casa, no tienes a nadie de tu familia cerca, tienes que adaptarte a otra cultura, a otras costumbres... Cuesta.

– Por lo que la beca le supuso una oportunidad para regresar.

– Sí. Cuando se me presentó la oportunidad de optar por esta beca y me la concedieron, lo primero que pensé fue: gracias, voy a poder volver a casa. Sé de muchos compañeros de la carrera que han terminado en otros países y que, por desgracia, todavía no han podido volver.

– ¿Qué se pierde España sin investigadores como vosotros?

– Talento, conocimiento... y es una pena. Se están formando grandes investigadores y doctores en las universidades para que, al final, la inmensa mayoría acabe en el extranjero porque no encuentra una oportunidad laboral en España. Y todo esto pasa factura, porque es una inversión perdida.

– ¿Qué es necesario para retener el talento local?

– Necesitamos fuentes de financiación estables, una gran inversión, colaboración público-privada y que se promuevan carreras a largo plazo, con contratos fijos y puestos estables. La situación actual supone ir saltando de un lugar a otro. Empiezas tu trabajo en un sitio, terminas la beca, te desplazas a otra ciudad... Y siempre con el estrés de no saber si vas a poder terminar el proyecto. Es complicado.

– Tras esta beca, ¿tiene algún proyecto a largo plazo en mente?

– Me gustaría solicitar la beca de la Asociación Española contra el Cáncer. Trabajé con ellos durante mi tesis doctoral y fue un placer enorme. Es una asociación que hace una labor tan bonita y tan grande que me encantaría volver a trabajar con ellos. De hecho, ya tengo preparado un pequeño perfil de proyecto para planteárselo.