Los interinos riojanos temen que el proceso de estabilización beneficie a los foráneos

Las quejas de la Plataforma de Interinos tienen que ver con el sistema de estabilización escogido por el Gobierno para regularizar la situación de aquellos profesores que engarzan curso tras curso sin abandonar la precariedad. Salvo las tres comunidades con lengua propia, País Vasco, Cataluña y Galicia, que manejan sus propios procesos de selección, el resto de las regiones participan en un sistema común para todos los aspirantes. Los candidatos deben señalar en qué comunidades desean trabajar –pueden ser varias– y aquí reside el meollo del problema. Si cada interino solo pudiera optar a palza en la región o regiones en cuyas aulas ha estado trabajando, apenas habría conflicto, pero al abrir el abanico a gusto del candidato, los interinos riojanos temen salir gravemente perjudicados. «Puede darse perfectamente el caso de que La Rioja cubra sus nuevas plazas de funcionarios docentes con interinos que lleguen de fuera mientras los de aquí nos quedamos en la calle. Para ellos ni siquiera supondría un grave contratiempo la necesidad de trasladarse a La Rioja, ya que en poco tiempo podrían regresar a sus comunidades de origen, pero ya como funcionarios», denuncia Jorge Azón, portavoz de la Plataforma.

La situación se agrava porque muchas comunidades autónomas no han sacado a concurso todas las plazas que deberían, causando un grave quebranto a las que sí lo han hecho. La Rioja ha puesto en el mercado 350 plazas, cantidad que incluso supera en números absolutos a las de algunas regiones mucho más grandes como Castilla-La Mancha. En Madrid, pese a disponer de una bolsa de interinos de dimensiones oceánicas, solo salen a estabilización por concurso de méritos poco más de mil plazas, con lo que resulta muy posible que los aspirantes madrileños inunden media España, incluida La Rioja.

Este problema ya ha levantado preocupación en otras comunidades. En Canarias, una de las que más plazas saca a concurso, el propio presidente de la comunidad, el socialista Ángel Víctor Torres, ha lamentado la situación y ha abierto la puerta a introducir alguna modificación legal que impida el previsible desembarco colosal de interinos de otras regiones. La Plataforma de Interinos de La Rioja, que se queja de la «nula disposición al diálogo» que a su entender muestra la Consejería de Educación, reclama que se adopte un modelo propio que premie a los profesores interinos riojanos, de manera que no se queden a verlas venir mientras compañeros de otras comunidades autónomas consiguen sus plazas de funcionarios en esta orilla del Ebro.

Este periódico ha tratado, sin éxito, de recabar la opinión del consejero, Pedro Uruñuela, o de algún alto cargo de su departamento.