Instituciones Penitenciarias traslada a Logroño a otros tres presos de ETA

La Secretaría General de Instituciones Peniteniarias ha ordenado el traslado de los etarras Iván Apaolaza Sancho, Oihana Baquedano Maidagan y Aitor Fresnedo Guerrikabeitia a la cárcel de Logroño.

Además, según recoge Efe, Raúl Ángel Fuentes Villota es trasladado desde el centro penitenciario de Alicante II al de Soto del Real (Madrid) y los otros tres al de Logroño, Iván Apaolaza Sancho desde la prisión de Granada y Oihana Baquedano Maidagan y Aitor Fresnedo Guerrikabeitia desde la de Jaén.

Raúl Ángel Fuentes Villota ingresó en prisión el 26 de agosto de 2014, fue condenado a 50 años de cárcel por intentar colocar una bomba en el coche de un policía nacional en Barakaldo (Vizcaya) en 1991 y cumplirá las tres cuartas parte de la condena en febrero de 2031.

Iván Apaolaza Sancho ingresó en prisión el 19 de octubre de 2008 y fue condenado a 123 años de cárcel por su participación en el atentado mediante coche bomba en el que falleció el teniente coronel Pedro Antonio Blanco García, cometido en Madrid el 21 de enero de 2000.

Según informa Instituciones Penitenciarias, Iván Apaolaza cumplirá las tres cuartas partes de la condena en septiembre de 2033, ha aceptado la legalidad penitenciaria, ha reconocido el daño causado y ha pedido perdón por el sufrimiento provocado.

La junta de tratamiento del centro penitenciario de Granada ha propuesto su progresión a segundo grado y su traslado a la prisión de Logroño, más próxima a su entorno familiar.

Oihana Baquedano Maidagan ingresó en prisión el 3 de octubre de 2002 y tiene una condena de 18 años de cárcel por asociación ilícita y tenencia de explosivos y de armas sin licencia.

Esta reclusa cumplió las tres cuartas partes de la pena en marzo de 2016, ha mandado un escrito pidiendo perdón a las víctimas, ha aceptado la legalidad penitenciaria y participará en actividades programadas.

Aitor Fresnedo Guerrikabeitia ingresó en prisión el 27 de julio de 1996 y fue condenado a 30 años y seis meses de cárcel, entre otros delitos, por el atentado cometido en 1995 en las oficinas del DNI de Bilbao en el que un policía nacional murió y otro quedó tetrapléjico.

En su caso cumplió las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2015, ha aceptado la legalidad penitenciaria y participa en actividades programadas.

Para estos dos últimos la junta de tratamiento del centro penitenciario de Jaén ha propuesto sus traslados al de Logroño, más próximo a sus entornos familiares.

En un comunicado la Asociación Víctimas del Terrorismo denuncia que «la derogación de la política de dispersión ya origina núcleos de más de diez presos etarras en cárceles cercanas al País Vasco».