Inmunizados contra la psicosis

En Italia se han agotado desde hace tiempo los geles desinfectantes de manos y las mascarillas, pero desde luego lo que no es posible encontrar es protectores eficaces contra la psicosis irracional.

No parece el caso de los erasmus de la Universidad de La Rioja, al menos de los dos con los que este periódico pudo conversar este miércoles telefónicamente, que han optado, al margen de atender los consejos de las autoridades, por conservar la normalidad en sus rutinas diarias.

«A mí no se me ha pasado por la cabeza regresar a casa, pero conozco a varios españoles que sí, sobre todo por sus familias, por las noticias que han llegado a España donde se ha llegado a dar la imagen de que esto era un caos, que estaban los supermercados vacíos, las calles desiertas, la gente en cuarentena... Nada que ver con la realidad, al menos aquí en Milán. Yo he hablado con mi familia y les he tranquilizado contándoles la realidad que vivimos aquí», explicaba Moisés Segura Olano, logroñés de 22 años, alumno de tercer curso de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de La Rioja y desde el pasado septiembre erasmus en la milanesa Universidad Católica del Sacro Cuore.

«El día a día no es muy diferente. Aunque sí que nos han cancelado las clases, en las calles o en los supermercados yo no noto mucha diferencia, al menos en la ciudad de Milán. Sigo saliendo a la calle, aunque hay que cumplir ciertas precauciones como evitar las aglomeraciones de gente, lavarnos las manos con mayor regularidad e ir con mascarilla, algo que por ahora es imposible al haberse agotado», relata el riojano.

Convencido, de momento, de agotar su estancia en Italia hasta mediados de julio, Moisés Segura sí que admite que los peores momentos de alarma se vivieron en las primeras horas porque «todo fue muy rápido, de sábado a domingo se hablaba de 50 casos y esa misma noche ya subió a más de 150».

Otro erasmus de la Universidad de La Rioja, Mikel Ibarrondo, transmite la misma tranquilidad desde Bérgamo, una ciudad a menos de medio centenar de kilómetros de Milán, también en la región de Lombardía. «Yo no me he planteado por ahora volver, aunque sí que sé de otros compañeros españoles que han regresado a casa por la presión de sus familias. La sensación que tenemos aquí es que en España se está exagerando mucho la información de lo que ocurre aquí; no sé, creo que hay un alarmismo desmedido», resalta este joven navarro de Aras, de 22 años, alumno de último curso de Derecho en la UR.

Sin clases estos días en la Universitá degli Studi, explica que «esta semana es cierto que algunos bares y discotecas han cerrado, con lo que es verdad que la gente sale menos a la calle, pero por lo demás es absolutamente todo normal en los supermercados y los comercios, que siguen abiertos sin problemas. No hay desabastecimiento ni mucho menos». Lo único difícil de encontrar es una mascarilla, aunque tampoco ha sido su caso: «Mi compañero de piso es chino y tenía dos cajas, así que le he comprado una».

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