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Mezcla de tradiciones y de ambientes... por Nochevieja

Mezcla de tradiciones y de ambientes... por Nochevieja

Residentes en La Rioja de cuatro nacionalidades celebran el fin de año con sus familias, tomando la costumbre de las uvas, pero sin olvidarse de las supersticiones y de los platos típicos de sus países

Domingo, 31 de diciembre 2023, 09:43

Cambiar de año siempre tiene algo especial y cada celebración es única. La comida, el ambiente, las costumbres, los asistentes... mudan en cada familia, aunque entre Camila Rojas (Colombia), Marioara Pasca (Rumanía), Samara Ali (Pakistán) y Hayat Essalhi (Marruecos) también ha tomado fuerza festejar la Nochevieja con las campanadas, aunque no se haga en sus países. Cada una lo hará a su manera: con una mesa repleta de platos tradicionales, tirándose lentejas, con una mezcla de costumbres, viendo las campanadas o sin ellas... todo sin olvidar las supersticiones y del «gran ambiente» festivo que se respira durante esta jornada festiva en cada comunidad.

«Como estamos aquí, tomamos las uvas con las campanadas»

Marioara Pasca Rumanía

«Como estamos aquí, tomamos las uvas con las campanadas»

En casa de Marioara Pasca (Targu Lapus, 1966), afincada en La Rioja desde hace diecisiete años, se siguen varias tradiciones rumanas para despedir el año. «Tenemos la costumbre de preparar la mesa con varios platos de comida, de abundancia, para que cuando llegue el próximo año no te falte de nada», explica. «La Nochevieja es importante y, en la comida y en la cena, predomina el pescado; se dice que tienes que comer pescado para que tengas un buen año», apunta Pasca.

Lejos de las supersticiones, también predomina el pollo con arroz y carne de cerdo, los aperitivos y dulces, el champán... «Hay de todo, aunque como ahora estamos aquí, también tomamos las uvas con las campanadas y, con el champán, nos deseamos los mejores deseos».

En su país, no celebran el fin de año tomando las uvas... menos aún con un programa de televisión. En este sentido, reconoce que «al principio me sorprendió porque no lo había oído antes, pero me gustó la idea y la he seguido».

A pesar de ello, apunta que «no hay grandes diferencias» con las tradiciones que se llevan a cabo en Rumanía, donde, sin embargo, «se cantan villancicos hasta el 7 de enero». «Es parecido, salvo por las uvas y porque mucha gente festeja la Nochevieja en restaurantes que están organizados para esa noche, porque creen que es mejor que les sirva otro para que tengan más oportunidades el próximo año».

Por todo ello, apunta que «no hay mucho que eche de menos de allí porque la Nochevieja no es tanto como la Nochebuena. Allí se cantan más villancicos, salvo que aquí no se nota».

«Comemos las uvas y nos tiramos lentejas por encima»

Camila Rojas Colombia

«Comemos las uvas y nos tiramos lentejas por encima»

Camila Rojas (Pereira, 1998) llegó a La Rioja hace dos años y, desde entonces, celebra el fin de año junto a su marido con un plato típico colombiano, con las campanadas y música..., todo sin poder olvidarse del gran ambiente que predomina en estas fechas en su ciudad natal. «Hacemos una mezcla de las tradiciones, pero es verdad que el ambiente cambia muchísimo», afirma Pereira, que esta Nochevieja también podrá pasarla junto a su madre.

Las tradiciones no faltan. «Comemos las uvas a las doce en punto de la medianoche y nos tiramos lentejas por encima porque queremos atraer abundancia», apunta divertida. También, en función de los propósitos que se planteen de año nuevo, «caminamos con un billete de 50 euros dentro del tacón o, si nuestro proyecto es comprar una casa el próximo año, envolvemos una llave dentro del billete, para atraer la abundancia y la prosperidad. También es súper importante estrenar, llevar ropa nueva el 31 de diciembre y recibir el año nuevo con prendas nuevas», explica esta joven.

En su caso, ha sabido acostumbrarse a la perfección. «La primera vez me atraganté tratando de seguir las campanadas; pero se me hizo muy bonito que se pusiese un programa de televisión para escucharlas», reconoce Pereira mientras añade que, normalmente, preparan la lechona, un plato «muy tradicional en fin de año».

Una simbiosis entre dos tradiciones, la colombiana y la española, que, sin embargo, difiere «muchísimo» del ambiente que se respira durante esta jornada festiva en su país. Todo debido, en parte, a que «allí ponemos una emisora para hacer un conteo regresivo para recibir el año nuevo y, cuando son las doce en punto, comienzan los fuegos pirotécnicos, que empiezan a escucharse por todos lados», afirma Pereira mientras puntualiza que «en todas las casas del barrio se sintoniza la misma emisora y todos salen a bailar».

Una celebración que, no obstante, es «muy diferente, porque aquí es más familiar, de estar todos en casa, respetando a los vecinos, con un ambiente distinto, pero uno se acostumbra a las tradiciones de otro lugar», asegura. De ahí que, como reconoce, «lo que más echo de menos de Colombia es la gente y su actitud, su energía y su alegría. Somos demasiado calurosos, e incluso empalagosos», concluye con una sonrisa.

«Cenamos juntos y no faltan nunca las uvas»

Samara Ali Pakistán

«Cenamos juntos y no faltan nunca las uvas»

Samara Ali (Gujrat, 1989) llegó a La Rioja en el año 2002 y, desde entonces, celebra la Nochevieja en familia... Mezclando tradiciones. «Nos juntamos todos mis hermanos, mi madre y algún familiar más y, siempre que lo hacemos, preparamos algún plato típico de Pakistán», explica esta joven mientras resalta que «no faltan nunca las uvas». «A las doce de la noche, las tomamos con las campanadas y, después, llamamos a los amigos y familiares más cercanos para desearles feliz año nuevo».

Una tradición española que, en su caso, «conocí al llegar a España». «Como los vecinos celebran el fin de año y, además, lo podías ver en la televisión, nosotros también lo comenzamos a festejar», afirma Ali. «Esperar al minuto de las campanadas, que es el momento en el que cambia el calendario, para tomarte las uvas con toda tu familia, me parece muy bonito», resalta esta joven mientras apunta que, poco a poco, en Pakistán, «han empezado a celebrar el fin de año».

«Cuando era pequeña, hace veinte años, no festejaban, pero ahora los familiares que tenemos allí, sobre todo los chicos, salen fuera y, aunque no comen uvas, tiran petardos», explica. En su caso, como lleva más de dos décadas en España, «ya no me acuerdo mucho de cómo hacíamos las celebraciones allí, solamente de la fiesta del cordero o el Ramadán, porque cuando llegaba el fin de año se cambiaba el calendario y ni me enteraba; pero el ambiente es muy distinto», concluye Ali.

«Preparamos platos típicos, pero no vemos las campanadas»

Hayat Essalhi Marruecos

«Preparamos platos típicos, pero no vemos las campanadas»

Hayat Essalhi (Marruecos, 1995) se mudó hace 24 años a La Rioja. Desde entonces, festeja cada 31 de diciembre en casa de su madre. «Nos reunimos y preparamos platos típicos de Marruecos, como pollo, cuscús, ensaladas, natillas... y pasamos la noche», explica. Otros años, había incorporado a sus tradiciones ver las campanadas. «Me ponía las uvas en un vaso y las tomaba cuando era pequeña», pero este año renunciará a ellas porque sus padres «no lo ven normal». «Son costumbres de aquí y tenemos que aceptarlas».

En este sentido, apunta que aunque en Marruecos «antes no se celebraba la Nochevieja, ahora hay gente que sí que la celebra». De hecho, «se juntan los familiares, se preparan varios platos, vienen los hijos y traen postres, se quedan hasta la mañana siguiente..., pero el ambiente es muy distinto y no se toman uvas, al menos no en los pueblos, porque en algunas ciudades sí se hace». De ahí que, en su caso, eche de menos «estar con nuestros abuelos y familia».

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