La inmigración y su natalidad impulsan la población riojana a su máximo histórico

Somos más riojanos que nunca. Pese a que la demografía presenta una realidad compleja, con un evidente envejecimiento poblacional y menos niños, La Rioja sumaba a comienzos de este año 324.226 habitantes, su máximo histórico. El motivo de este impulso poblacional sigue siendo la inmigración, y es que la población extranjera -que sumó más de dos mil habitantes en 2023- representa ya el 14,4% del total, exactamente el mismo porcentaje que asume entre los cotizantes a la Seguridad Social. Además, en un contexto de descenso de la natalidad, los nacimientos de madre extranjera aumentan su importancia hasta suponer casi un tercio del total.

Precisamente la pasada semana se conoció el dato de natalidad del primer trimestre de este año, que situaba a La Rioja en su mínimo, con 455 niños. Los nacimientos, en global, van a la baja, pero los sostienen un poco más las riojanas nacidas en el extranjero, que representan el porcentaje máximo de la serie histórica: 31,22% en 2022, último año del que el INE ofrece datos.

Se supera así el anterior pico, que coincidió con la irrupción de la crisis económica. Sin embargo, no se alcanza en números brutos. En 2010 llegaron a nacer más de mil niños de madres extranjeras, mientras que solo se llegó a 684 en 2022, ilustrando que sea cual sea la procedencia de la progenitora, la tasa de natalidad cae en mayor o menor medida.

La Rioja contaba en 2023 con 44.336 residentes sin nacionalidad española, de los cuales, los más numerosos son los de Rumanía (11.025), por delante de los marroquís (9.296), colombianos (4.668), pakistaníes (2.428), portugueses (1.969), georgianos (1.283) y venezolanos (1.050). Además, más de diez riojanos nacidos fuera del país cuentan ya con la nacionalidad española.

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