La economía riojana crecerá este año un 2,7%, por encima de las comunidades de su entorno

Solo cinco autonomías tienen un mejor pronóstico en esta recta final de 2024, según este estudio. Son las dos comunidades insulares, Canarias y Baleares, en las que su principal locomotora económica es el turismo –un sector que está alcanzando récords en España en lo que va de año– y junto a ellas los 'gigantes' nacionales Cataluña y Madrid así como la Comunidad Valenciana. Y ya por detrás aparece La Rioja, a una décima del promedio nacional en crecimiento del PIB y por encima de los territorios que le rodean: en Aragón se prevé un 2,6%, en Navarra un 2,5% y en País Vasco y Castilla y León un 2,4%.

Hace poco más de un mes , el informe de otra entidad financiera de primer orden, en este caso BBVA Research, vaticinaba un aumento de la economía riojana del 2,5%. CaixaBank mejora ahora esa previsión y la suya propia de hace apenas medio año, que establecía el crecimiento del PIB en el 1,5%. Este salto cuantitativo hasta el 2,7% obedece principalmente al empuje de las exportaciones, que están en camino de fijar un nuevo máximo histórico, superando en valor los 2.313 millones de euros de 2023 –entonces se registró una subida del 10,4% sobre el ejercicio precedente–. Y hasta agosto la balanza exportadora de la comunidad acreditaba 1.592 millones de euros, un 3,8% más que en los ocho primeros meses de 2023.

Pero si en las exportaciones están las luces de la economía riojana, las sombras aparecen en el «prolongado retroceso» de la industria y en los «modestos registros del gasto de las familias» –más allá del consumo, porque lo que se echa en falta son inversiones empresariales, industriales o incluso inmobiliarias–, todo ello en un contexto de «escaso dinamismo del empleo», según el análisis de la situación macroeconómica en La Rioja que hace CaixaBank.

El mercado laboral «está siendo algo menos dinámico» porque la creación de puestos de trabajo se concentra en «actividades administrativas, educación y sanidad, en contraste con la fuerte pérdida en la industria manufacturera». De hecho, el índice de producción industrial (IPI) registra datos «muy adversos» en los últimos años y tras sufrir uno de los mayores retrocesos en 2023 –6,4% de caída frente al descenso del 1,4% nacional–, el deterioro se prolonga en este 2024 con una bajada del 0,7% interanual en el periodo enero-agosto –en España, por el contrario, se registra un avance del 0,4%–.