Del infierno al cielo canino, la historia de la perra Blondie

Rosa López Sancho extravió a su perro Coco en Sojuela en 2016 y, buscándolo en la vecina Entrena, se topó con el infierno canino. «Había 28 perros atados de cualquier manera», recuerda Rosa. Encadenados, heridos, sin comida ni agua... Aquel denominado 'Guantánamo canino' desmantelado por la Policía Nacional tras la denuncia de la Asociación Protectora de Animales en La Rioja era 'obra' del recientemente condenado por la Audiencia Provincial a 22 años de prisión por el asesinato de Enrique Ovejas, el joven desaparecido a finales de julio de 2021.

En aquella otra cárcel canina Rosa se había fijado en una pitbull, la única que permanecía suelta, porque además de ciega era sorda y tenía dificultad para moverse. Aquellos perros fueron rescatados y trasladados al refugio de ApaRioja unos y a la residencia El Olivar otros. Aquella pitbull, bautizada después como Blondie, padece ataxia cerebelosa, por lo que, además de ciega y sorda, tiene movilidad reducida. Por si fuera poco, le tuvieron que extirpar el bazo y sufre leishmaniasis. Con un desesperanzador futuro, sin embargo, Blondie fue adoptada. Y la adoptante fue Rosa, quien, por cierto, encontró a Coco después, en Sojuela.

«Adoptar un perro que puede adoptar cualquiera... yo prefiero a los que nadie quiere. A Chula la adopté con 13 años. Y de la perrera municipal adopté a un mastín con la cadera rota», declara Rosa, que en su finca de Navarrete cuenta con un burro, un poni, ovejas, gallinas, perros y gatos. «Ella es un perro potencialmente peligroso (ppp), con toda la fama que tienen, y no todos son así. Nunca ha tenido una actitud agresiva, es un peluche enorme, la ves y se te cae el mundo, se lleva bien con todos los animales y es amorosa. Tiene 12 años y se nos cae la baba con ella. La hemos tenido que operar de mil cosas. Tiene sus necesidades especiales pero es súper feliz», asegura Rosa.

Toda esta aventura con final feliz la acaba de plasmar Rosa en el libro 'Blondie, la Ferrary' (Círculo Rojo, 2023), un cuento infantil ilustrado que expone la peripecia vital de la perra, esa salida del infierno canino y posterior llegada al cielo de Navarrete, donde convive en armonía con otros animales. Un cuento que desea concienciar sobre el maltrato animal y eliminar prejuicios. Un cuento que es un tobogán de emociones. Rosa López (Logroño, 1976) es diplomada en Trabajo Social por la UR, actualmente cursa el grado de Criminología por UNIR y ejerce en el Servicio de Urgencias Sociales del Ayuntamiento de Logroño, además de formar parte de la asociación protectora Colaboración Animal, a la que donará todo lo obtenido por la venta del libro 'Blondie, la Ferrary'.

«Desde el primer momento pensé que tenía que contar su historia. No es una perra triste, así que quiero dar otra imagen de los ppp», explica Rosa. Y es más, hacer una defensa de los animales con dificultades, algo en lo que está especializada Colaboración Animal. «Si hay una discapacidad en un animal enseguida se habla de eutanasia, pero realmente los perros quieren vivir. Y Blondie quiere vivir. Quiero que la gente vea que un perro mayor también quiere una familia y alguien le tiene que dar una oportunidad», advierte Rosa. Y va más allá: «Lo mejor que he hecho en mi vida ha sido dejar de comer animales y adoptar a Blondie».

Cierto es que, para rebajar el tono de la historia y hacerla atractiva al lector infantil, la vida de Blondie ha sido... atenuada para que no sea un cuento de terror, porque, en realidad, hasta ser adoptada por Rosa, eso fue su vida. «Blondie ha pasado de un lugar donde no tenía nada, ni caseta, a tener cariño todo el día», subraya Rosa. Y pese a ser un ppp, su dueña afirma que solo ladra a la gallina y cuando esta se le acerca para quitarle el pienso.

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