El impuesto de circulación cuesta un 40% más en Alfaro que en Haro o Villamediana

Según las últimas estadísticas, en 2022 La Rioja contaba con 225.855 vehículos matriculados, que pagan cada año el impuesto de circulación. Dos de cada tres son turismos, mientras que el resto se reparte entre furgonetas y camiones (15%), motos (9%) y tractores, autobuses y otros vehículos. Las tarifas del impuesto varían en función del tipo de vehículo y de los caballos fiscales (CVF), estimados en función de la potencia del motor. Por ejemplo, en Logroño una moto de hasta 125 cc paga 12,50 euros al año; un autobús de cincuenta plazas o un camión 10.000 kilos de carga, 251,54 euros. El más común es el paga un turismo de entre 8 y 11,99 CVF (61,59 euros en Logroño), si bien queda cerca la categoría superior (130 euros).

Las diferencias son de tipología pero también de localización. Entre las cabeceras de comarca riojanas, Torrecilla en Cameros es la más barata, y es que no aplica ningún coeficiente a sus tasas, que son las básicas fijadas por la ley nacional. En el caso de los turismo van de los 13 a 112 euros en función de la potencia del motor. Poco que ver con el resto de los principales municipios de la comunidad, que aplican multiplicadores de entre 1,40 y 2.

En lo alto de la lista se sitúa Alfaro, el municipio donde más impuestos cuesta tener matriculado un vehículo, el máximo que permite la ley. No es una cuestión novedosa, ya que esta localidad encabeza tradicionalmente esta clasificación regional. En Alfaro, un automóvil de la categoría más común (8 a 11,9 CVF) paga 68,16 euros al año, el doble del baremo base marcado por la legislación nacional.Otros municipios riojabajeños le siguen como los más gravosos. En Arnedo, un vehículo de las mismas características asume un impuesto de 62,9 euros, y en Calahorra, de 61,8. Logroño se coloca en la cuarta posición.

En la vertiente contraria, en el otro extremo de La Rioja, un vecino de Haro se ahorra casi 20 euros en comparación con un alfareño para el turismo más común, y de 40 para la siguiente categoría, también muy extendida. En guarismos similares se sitúa Lardero e más inferior aún es el impuesto de circulación en Villamediana de Iregua. El área metropolitana de Logroño, en la que muchos vecinos emplean de manera cotidiana el coche para desplazarse, establece unos tipos más bajos que la capital.

En líneas generales, el impuesto de circulación apenas se ha modificado en los últimos años en las localidades riojanas, como sí ha ocurrido con otras tarifas municipales. De hecho, la ley nacional que toman como referencia es del año 2004. Tampoco ha variado mucho el panorama nacional, en el que las capitales vascas siguen siendo las más caras y Logroño se sitúa en un rango intermedio.

Según el informe que cada año elabora la Asociación deAutomovilistas Europeos Asociados, la capital riojana cuenta con un impuesto de vehículos de tracción mecánica ligeramente superior a la media nacional, establecida en 60,85 euros para los turismos de referencia (8 a 11,9 CVF).

San Sebastián –aunque cuenta con una categorización algo diferente– es la ciudad con mayor carga impositiva, seguida por Vitoria y Bilbao. Dentro de las capitales limítrofes, también Burgos y Pamplona cuentan con tasas superiores a Logroño, mientras que sorianos y zaragozanos pagan menos. En la parte baja del ránking, Melilla, Tenerife, Ceuta y Zamora son las más baratas.

Según los datos del Ayuntamiento de Logroño, este impuesto supondrá a las arcas municipales 7,4 millones de euros este año, derivados de los 92.041 vehículos censados en la capital, un 4% más que cinco años atrás. Los más numerosos son los turismos de 8 a 11,99 CVF –30.680 que aportan 1,77 millones–, si bien los que más suman al erario público son los de la siguiente potencia, de 12 a 15,99 CVF –27.882 CVF que dejan 3,36 millones–. Por otra parte, 6.307 vehículos se encuentran exentos del pago de impuestos, la mitad de ellos pertenecen a personas con discapacidad, mientras que el resto se reparte entre ambulancias, transporte sanitario o vehículos de la administración.