La importancia de reciclar mejor para hacerlo bien

Cada vez la sociedad está más concienciada con el reciclaje y cada vez se seleccionan más los residuos de cara a que puedan tener una segunda vida. Pero no siempre acertamos depositando determinados restos en los contenedores específicos. Y si no reciclamos bien, por muy buena que sea nuestra voluntad, no servirá de nada y aquello que podría haber sido reutilizado acabará incinerado o en un vertedero, sin posibilidad de recuperación. Y es fácil saber si lo hacemos bien o mal: cuanta más basura vertamos en los contenedores verdes de La Rioja significará que peor lo estamos haciendo, que no reciclamos lo suficiente porque mucha de esa basura seguramente podría ir destinada a los cubos azules (papel y cartón), amarillos (envases), marrones (materia orgánica) y el recipiente para el vidrio.

La aportación ciudadana es esencial porque supone el inicio de la cadena del reciclaje. Y un eslabón fundamental puesto que, sin residuos, no hay posibilidad de reciclar. La Organización de Consumidores y Usuarios ha informado sobre dónde se deben depositar algunos de los restos que generan más dudas, como las cápsulas de café, los 'bricks', bolsas de plástico, el cristal, los corchos de las botellas de vino o las toallitas húmedas, además de advertir sobre algunos malos usos, como depositar animales muertos en los contenedores, algo que no se debe hacer bajo ningún concepto; o los medicamentos, que, caducados o no, sobrantes o vacíos, deben entregarse en las farmacias.

Aceite de cocina. Cuando vaciamos una freidora o decidimos cambiar el aceite de las sartenes o cazuelas, lo idóneo es guardarlo en un recipiente, como un bote de cristal o una botella de vidrio, y entregarlo en un punto limpio, no verterlo por el desagüe.

Bolsas de plástico. Si una bolsa de plástico ya ha cumplido su función, debemos depositarla en el contenedor amarillo, el de los envases. En el caso de las biodegradables compostables que encontramos en las secciones de fruta y verdura de los supermercados, lo más recomendable es que las usemos como recipiente de la materia orgánica (restos de comida, piel y cáscaras) y las depositemos en los contenedores marrones.

'Bricks'. Los envases de leche, tomate frito, zumos, etc, aunque nos parezcan cartón, no dejan de ser envases, por lo que su lugar son los contenedores amarillos.

Cápsulas de café. Cada vez se usan más las modernas cafeteras que funcionan con cápsulas de café de dosis individuales. Aunque son envases, su lugar no es el contenedor amarillo. Hay puntos específicos para su reciclaje que extraen el café sobrante y reciclan el envase. Si no sabemos de un lugar específico podemos llevarlas a un punto limpio. No obstante, hay una excepción, que sean compostables. En tal caso debemos depositarlas en el contenedor marrón de la materia orgánica.

Papel y cartón. Esto puede parecer fácil: el papel y el cartón, en el contenedor azul. Pero existen algunas especificaciones o excepciones. No debemos echar bolsas de plástico en estos contenedores, aunque estas estén llenas de papel o cartón, estas deben ir al contenedor amarillo, aparte.

Cristal. Mucha gente confunde el vidrio con el cristal. El lugar de las botellas vacías, ya sean de vino u otros licores, es su contenedor específico. Pero existen otros recipientes que, aunque parezcan vidrio, son cristal. Sobre todo, las copas o los vasos. Si se nos rompe uno hay que llevarlo a un punto limpio, nunca al contenedor de vidrio pues podría dificultar el reciclaje de este material.

Toallitas húmedas. Nunca hay que echarlas por los desagües porque su degradación es más lenta que la del papel higiénico y pueden obstruir tuberías. Hay que depositarlas en el contenedor verde.

Corchos. ¿Y los corchos de las botellas de vino? Debemos separarlos de las botellas y verterlos en los contenedores marrones, como material natural que es. Sin embargo, el corcho blanco de poliestireno, como plástico que es, debe ir al contenedor amarillo.

Juguetes. Aquí depende de su estado y de su composición. Si aún funciona y simplemente no lo usamos, podemos donarlo. Incluso si está estropeado pero tiene arreglo. Si no, sobre todo si tiene componentes electrónicos, debemos llevarlo a un punto limpio.

Voluminosos. Cuando tenemos un mueble o un electrodoméstico que ya no usemos no debemos abandonarlo en los contenedores sino llevarlo a un punto limpio.

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