Noemí Lana-Renault, profesora de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de La Rioja, reconoce que «el calentamiento global está afectando a todas las estaciones, aunque se hable más de las olas de calor y de las temperaturas elevadas», pero que los efectos en el ... invierno son especialmente graves.
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–¿Qué supone esta reducción de jornadas bajo cero en invierno de la que se alerta desde Climate Central?
–Hay muchísimas consecuencias. Por ejemplo, en lo primero que podemos pensar es que, con menos frío, habrá menos precipitaciones en forma de nieve, lo que reducirá la extensión y el espesor de la capa. A nivel económico podemos pensar en las estaciones de esquí, con menos acumulación, peor calidad, necesidad d innivación artificial… Pero la nieve es un recurso hídrico. Si hay menos y hace más calor, se adelanta la fusión, que si antes podía alargarse hasta abril o mayo ahora puede que no llegue a marzo. Y eso implica repensar la gestión de los embalses para el mejor aprovechamiento de esos recursos. Y eso hablando de nieve o agua, pero hay muchos aspectos más.
–¿Habla de la naturaleza?
–Sí, del sistema natural, pero también de todo el sistema antrópico. Si el calor comienza antes y los fríos son menos extremos, los ciclos se adelantan. Las heladas van a seguir existiendo y si estas se producen con, por ejemplo, un frutal ya florecido, los daños van a ser más grave y las posibilidades de perder la cosecha mayores. Si no hay frío tampoco mueren larvas y habrá más insectos… Son ejemplos de un cambio multidimensional con implicaciones muy importantes.
–¿Somos conscientes de la importancia de ese cambio?
–No, porque no nos afecta tan directamente como una ola de calor, que sentimos en nuestro cuerpo. Las variaciones en los recursos hídricos, en la naturaleza… parece que no van con nosotros directamente, pero el problema está ahí y el impacto puede ser mayor al del incremento de las temperaturas altas en verano.
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–¿Estamos a tiempo de atajarlo?
–Toda acción que ralentice el calentamiento global debe ser bienvenida. Pero esta situación se debe a muchos años de proceso, así que los resultados tardarán en llegar bastantes décadas. No vale con decir que no se puede frenar, porque es nuestra responsabilidad hacer algo. Hay que adaptarse a la situación, pero mitigar el calentamiento todo lo que sea posible.
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