Foto de familia de los 62 residentes que inician su formación en La Rioja, acompañados por la consejera de Salud, el gerente del Seris, y la gerente de Atención Primaria. G. R.

Ilusión y muchos nervios entre los nuevos MIR

Salud da la bienvenida a los 62 médicos residentes que inician este mes su formación en La Rioja: «Nos han hecho sentir como en casa»

Martes, 23 de mayo 2023, 15:24

Contentos y muy ilusionados... en algunos casos hasta demasiado nerviosos por adentrarse en una nueva etapa formativa. El Hospital San Pedro ha acogido esta mañana la recepción a los 62 profesionales sanitarios que se incorporarán este mes al Sistema Riojano de Salud donde, en función ... de su especialización, afrontarán todo tipo de experiencias durante los cuatro o cinco años -o dos en el caso del EIR de Enfermería- que les resta de formación.

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En este sentido, la consejera de Salud, María Somalo, que ha participado en la mañana de este martes en el acto de bienvenida, reconocía que para todos los MIR «hoy es un día de vértigo, de cierta incertidumbre, porque empiezan un periodo formativo que va a determinar sus preferencias profesionales del futuro».

Una jornada que, para el Seris, también «genera entusiasmo y agradecimiento, porque nos han elegido para formarse». Sobre todo, porque por primera vez «en toda la historia» se han cubierto las 62 plazas ofertadas en diferentes especialidades formativas (24 de Medicina Familiar y Comunitaria, 28 de Atención Hospitalaria, 2 en la Unidad de Salud Mental: psicólogo y psiquiatra, 1 de Medicina del Trabajo y 7 EIR de Enfermería) y, también por primera vez, «se han cubierto las 24 plazas que se ofrecían en Medicina Familiar, lo que demuestra y acredita el valor de las unidades docentes del hospital universitario».

Entre todos ellos estaban, además, Jorge Brizuela, Paula Alquézar, Raquel Pérez, Ana Duque y Victoria Gil-Arrondo que, con muchas ganas y en algunos casos también con nervios, comenzaban hoy su formación en el sistema sanitario de la región.

  1. Jorge Brizuela Pediatría

    «Quería irme al norte. Me dijeron que había muy buen ambiente en el hospital, que era muy familiar»

Jorge Brizuela descubrió su vocación por la Pediatría cuando todavía estaba en la universidad. «Es una especialidad que me enamoró en la carrera. En las prácticas descubrí que era donde sentía que pertenecía, donde me encontraba más a gusto», asegura. Hoy ha comenzado una nueva etapa en su vida en el Seris... pero apenas ha sentido nervios. «Ya conocíamos el servicio de antes y hoy, que hemos venido a una sesión, me he puesto en la tesitura y he visto que es real que estamos aquí después de tantos años de estudio y de aprobar el MIR». De ahí que, cuando le llegue el turno de atender a los pacientes, «estaré más nervioso».

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Una vez aprobó el MIR, este joven madrileño tuvo que tomar la decisión de elegir su destino de residencia, en la que adquirió peso La Rioja por el «buen ambiente» del hospital. «Quería irme al norte, pero no conocía ninguna ciudad. Hubo gente que conozco que me habló de Logroño y que me comentó que había muy buen ambiente en el hospital, que era muy familiar. Me pareció que estaba muy bien y, de momento, estoy contento».

De su paso durante estos años de formación como residente espera «muchas cosas». «Espero crecer como médico y como persona, además de descubrir un poco lo que me gusta y los pacientes, porque dentro de Pediatría nos podemos subespecializar en muchas cosas, y aprender muchísimo», resalta con una sonrisa. No tiene claro dónde acabará después pero aún tiene tiempo para descubrirlo.

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  1. Paula Alquézar Pediatría

    «El Hospital San Pedro fue el que mejores sensaciones me dio»

Paula Alquézar decidió dejar atrás el pueblo de Teruel de donde provenía para iniciar su formación como residente de Pediatría en el Servicio Riojano de Salud. «No pude hacerlo en Zaragoza y, de las distintas opciones que tenía, fui a ver distintos hospitales y el de Logroño fue el que más sensaciones me dio», reconoce.

En concreto, se decantó por el San Pedro por la «proximidad» que tenía con sus familiares y por la «cercanía» de los distintos profesionales. «Creo que los docentes son súper cercanos, lo que hace que, si tienen un caso interesante, te vayan a buscar para enseñártelo y vayas a estar supervisado».

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Antes de elegirlo, incluso, «vinimos un día a presentarnos y conocimos el servicio, lo cogí porque me dio buenas sensaciones y, por ahora, no me he equivocado», resalta esta joven mientras expone que durante su formación como residente «espero formarme mucho y terminar siendo buena pediatra». Ya cuando termine, tendrá que decantarse por su lugar de trabajo. «Suelo rotar en Atención Primaria y me gusta bastante, pero igual descubro otras especialidades o consultas externas, no sé».

  1. Raquel Pérez Psiquiatría

    «La Rioja me pareció un buen destino. Logroño es una ciudad completa y el hospital tenía un ambiente muy familiar»

Raquel Pérez decidió hacer las maletas y dejar Gran Canaria atrás para iniciar su formación como residente en Psiquiatría en la comunidad. «De todas las ciudades que tenía, La Rioja me parecía un buen destino. Logroño es una ciudad completa, bastante cómoda y que está bien conectada. El hospital tenía un ambiente muy familiar», asegura.

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En su caso, no hubo que despertarle la vocación por la Psiquiatría: le venía de serie. «La salud mental siempre me ha gustado mucho, de hecho empatizo bastante con los pacientes psiquiátricos. En la salud mental ya no hay tanto tabú, porque todo el mundo ha empezado a preocuparse por ella y se le está dando la importancia que se merece».

Unos minutos antes de entrar al salón de actos del Hospital San Pedro, donde ha participado en el acto de bienvenida de los profesionales sanitarios que, como ella, iniciaban su formación en el Seris, reconocía que sentía «sobre todo ilusión, porque me lo tomo todo de una manera positiva, es un día para conocer a los compañeros, el hospital y el servicio. Todas las personas se han involucrado mucho con nosotros y nos han hecho sentir como en casa».

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  1. Ana Duque Internista

    «No terminamos de asimilar que empezamos a trabajar aquí»

Ana Duque ha salido de la jornada de bienvenida con unas sensaciones «bastantes buenas». «He salido contenta, porque hemos podido conocer el servicio, la dinámica del hospital y al resto de residentes». Sin embargo, reconocía que «ha sido un poco raro porque aún no terminamos de asimilar que empezamos a trabajar aquí».

Al principio le costó decantarse por el destino en el que iba a iniciar su formación como residente... hasta que Logroño se convirtió en su primera opción. «Estudié en Zaragoza y quería cambiar de aires. También pregunté a los residentes y me dijeron que había muy buen ambiente en el servicio». No solo eso: le gustaron las condiciones y, también, que el hospital estaba a una distancia «aceptable» de donde residía.

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De hecho, tras el acto de esta mañana, reitera que las sensaciones son «bastante buenas» porque «el servicio y la gente son muy amables, están muy atentos. Por el resto de residentes creo que va a haber muy buen ambiente». Sobre la formación, cree que «va a ser bastante completa, por lo que me han comentado y por lo que nos han ido enseñando; creo que va a estar muy bien».

Tras su periodo de formación prevé trabajar como internista... pero todo puede cambiar. «De momento, iré día a día y año a año; luego ya iremos viendo».

  1. Victoria Gil-Arrondo Medicina Familiar y Comunitaria

    «La comunidad es pequeña, el hospital muy familiar y no hay jerarquías»

Victoria Gil-Arrondo sentía esta mañana un maremágnum de emociones al comenzar su formación como residente de Medicina Familiar y Comunitaria en Logroño. «Empiezo con miedo pero también con mucha ilusión por ver lo que nos viene, con ganas de empezar, de enfrentarnos a nuestra vida, sobre todo de trabajar mucho por y para los pacientes con los compañeros».

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Nada más aprobar el MIR, decidió dejar atrás su Pamplona natal para hacer la especialidad en el Seris. «Es una comunidad pequeña, muy accesible. El ambiente del hospital es muy familiar y la acogida ha sido extraordinaria, porque eres uno más, no hay jerarquías, y eso como residente pequeño te da mucha confianza para equivocarte y que te echen una mano».

Gil-Arrondo es consciente de que la situación actual de la Atención Primaria no es la mejor... pero «tenemos ganas de ser los potenciadores del cambio y ver a lo que nos enfrentamos, porque no sabemos cómo es desde dentro». Lo que sí sabe es que esta especialidad «es la más transversal, porque no tratamos enfermedades, sino pacientes, que van pasando a lo largo de toda su vida por ti, a los que les tratas desde una enfermedad hasta problemas sociofamiliares».

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Una especialidad que, de hecho, le supone «estar al pie del cañón y solucionar muchos problemas muy importantes sin tener que pasar por las especialidades, lo que también descarga al sistema sanitario». «Tendremos que elegir centro de salud cuando nos expliquen todo, pero se oferta mucha medicina rural y es muy llamativa, de hecho se coge antes lo rural que la propia ciudad».

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