Normalidad en el transporte urbano de Logroño. Sonia Tercero

Los servicios mínimos rebajan el impacto de la huelga de transportes

El paro tuvo mayor incidencia en las líneas de larga distancia que en los autobuses urbanos

Pío García

Logroño

Lunes, 28 de octubre 2024, 12:11

La primera jornada de la huelga de transporte de pasajeros deparó en La Rioja dos imágenes contrapuestas. A las ocho y media de la mañana, en Logroño, las paradas de autobuses urbanos registraban una actividad muy parecida a las de los lunes ordinarios. No había ... aglomeraciones bajo las marquesinas y los vehículos se sucedían a buen ritmo. Sin embargo, a las once de la mañana, la estación de autobuses era casi un erial. Las dársenas estaban vacías y apenas había viajeros en el vestíbulo. De vez en cuando, algún usuario se acercaba a los despachos de Alsa o de Jiménez Movilidad preguntando por conexiones a Madrid. El último billete se vendió a mediodía; más tarde ya fue imposible dirigirse a la capital de España por autobús. Decenas de servicios a todo el país fueron suspendidos por la huelga de transportes. En total, se mantuvieron en torno al 50% de los itinerarios.

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La razón de esta disparidad se esconde en los servicios mínimos. Por la mañana, los autobuses municipales de Logroño circularon con frecuencias de quince minutos en todas las líneas, salvo en la 11 (Centro-Hospital San Pedro), que lo hizo cada media hora, y en la 6 (Centro- El Cortijo), cuyos servicios se programaron para las 7.40, 8.40, 13.30, 17.00 y 21.00. A partir de las tres de la tarde, la frecuencia se amplío hasta los treinta minutos en todos los trayectos, excepción hecha de la conexión con el barrio de El Cortijo.

Sonia Tercero

En cuanto al transporte interurbano, tampoco la afección fue sustantiva. La Consejería de Transportes estableció unos servicios mínimos que alcanzaron el 100% en el caso de los centros educativos, los centros de día y los ocupacionales. Por lo que respecta a las demás líneas, se llevó a cabo un servicio diario de ida y vuelta en las líneas interurbanas y rurales, y tres en las metropolitanas. Además, se mantuvieron los servicios permanentes regulares de viajeros de uso especial, con cinco servicios diarios de ida y vuelta al polígono de El Sequero y Fuenmayor, y cuatro al Polígono de Cantabria, La Portalada y Lentiscares.

«Servicios mínimos abusivos»

Ya a media mañana, en una primera valoración, CCOO denunció «la imposición de unos servicios mínimos abusivos y la vulneración sistemática del derecho a la huelga». Desde la central sindical se cuestiona la actitud del Gobierno de La Rioja y del Ayuntamiento de Logroño, al considerar que los servicios mínimos «exceden ampliamente los límites razonables» y han afectado a la «efectividad de la huelga».

Nuria Vicente, secretaria general de la FSC (Federación de Servicios a la Ciudadanía) de CCOO, considera que en la práctica no se ha respetado el derecho a la huelga en la comunidad autónoma: «Podemos hablar de que los servicios mínimos afectaban al 85 o al 90% de una plantilla corta, que está en torno a 200 personas. ¿Qué huelga es esa que solo pueden hacer una docena de trabajadores? En cambio sí que se ha notado en los trayectos de larga distancia», puntualizaba.

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Vicente rechaza el argumento de la Consejería de haber aplicado, como indicaba en una nota, «la línea de consenso con los sindicatos mantenida en las huelgas generales de 2012 y 2019». «No nos sirven como antecedentes precisamente porque esas fueron huelgas generales y no específicas del sector», abunda Vicente. Si la patronal y los sindicatos no llegan antes a un acuerdo, el 11 de noviembre hay convocada una nueva jornada de huelga. La secretaria general de la FSP de CCOO llama tanto al Ayuntamiento como al Gobierno de La Rioja a sentarse con los sindicatos para planificar unos servicios mínimos que «garanticen el derecho a la huelga».

La jubilación anticipada, principal petición de los trabajadores

CCOO recuerda que el objetivo principal de la huelga es la consecución de la jubilación anticipada para los conductores, «una cuestión de salud pública que busca mejorar la seguridad en la carretera»: «Una mejora en el sector –abunda– contribuiría a prevenir accidentes y a mejorar la calidad en los servicios».

La huelga fue convocada por los sindicatos CCOO y UGT a nivel nacional. En total, estaban convocados unos 90.000 conductores de autobús y demás vehículos de transporte de viajeros con más de nueve plazas. Los conductores reclaman el reconocimiento de la penosidad y peligrosidad de la profesión y el establecimiento de coeficientes reductores que anticipen la edad de jubilación.

«No entendemos que la patronal no haya querido ni siquiera sentarse a negociar», cuestiona la secretaria general de la FSC de CCOO, Nuria Vicente. Si no se alcanza un acuerdo, ya está convocada la huelga para los días 11, 28 y 29 de noviembre, y 5, 9 y 23 de diciembre. A partir de entonces, podría convertirse en indefinida.

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