La huelga del transporte arranca sin apenas impacto pero sigue adelante para obligar a la patronal a negociar

Este lunes se retoma la actividad normal tras el fin de semana, vuelven a salir los camiones a la carretera, las empresas en los polígonos industriales ponen otra vez en marcha la maquinaria, los comercios esperan a las furgonetas de reparto para recibir sus mercancías, también los supermercados y las tiendas de alimentación aguardan la llegada de productos...

Y los sindicatos confían en paralizar esta actividad o al menos mediatizarla, con un propósito bien claro: «Tenemos que obligar a las patronales a sentarse a negociar». Así lo dijo ayer Nuria Vicente, representante de CC OO y que está ejerciendo de portavoz de todos los sindicatos –UGT, USO y CSIF también están en la mesa–, minutos antes de que se iniciara la manifestación por las calles de Logroño con la que a su vez arrancaban las movilizaciones con motivo de la huelga.

«Los responsables de que hoy estemos aquí», añadió, «son la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Atradis y la Federación de Empresas de La Rioja que no quieren negociar» un nuevo convenio para los 2.500 trabajadores, después de que el anterior firmado para el periodo 2016-2020 –pero que seguía vigente– fuese anulado en junio de este año por una resolución judicial.

CETM recurrió ese acuerdo laboral argumentando que las partes firmantes no estaban legitimadas y el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja le dio la razón. Y ahora esta organización y Atradis –reclama seguridad jurídica para firmar un convenio de eficacia general con todas las partes– mantienen una disputa, un «juego de tronos» como definió Vicente, que aboca a los operarios del sector a una «inseguridad brutal». Esa falta de acuerdo laboral «nos aboca al abismo. La incertidumbre es total».

Y en ello incidieron ayer en todo momento los representantes sindicales en una primera jornada de huelga sin apenas impacto y con un seguimiento muy limitado. En los polígonos industriales tanto de Logroño –Cantabria o La Portalada– como de otras zonas de La Rioja –El Sequero por ejemplo– no se registraron incidencias, también porque el tráfico de camiones en un domingo siempre es muy escaso. «Y los chóferes que querían evitar problemas, habían dejado de antemano aparcados sus trailers en pueblos de Navarra, como Los Arcos, para salir desde allí», señalaron algunos de los manifestantes en la marcha reivindicativa que recorrió Logroño.

La movilización partió de la sede de CC OO, avanzó por las calles Pío XII, Vara de Rey y Salustiano Olózaga y finalizó en la rotonda de Chile, en la salida hacia Soria. Cuando enfilaba ya el tramo final, un mando de la Policía Nacional ordenó detenerse al centenar de personas para preguntar a los responsables sindicales cuáles eran sus intenciones porque «no hemos sido informados de esta manifestación y tengo que saber qué efectivos voy a necesitar». El intercambio de impresiones, tranquilo y sin aspavientos, sirvió para que la marcha llegara a su punto final controlada por agentes de la Policía Nacional –llegaron patrullas que estaban en el campo de fútbol de Las Gaunas con motivo del partido entre la SD Logroñés y el Tarazona– y también de la Policía Local, para regular el tráfico.

Una vez acabado el recorrido, el mando de la Policía Nacional identificó a los representantes de los sindicatos convocantes para trasladar esa información a la Delegación de Gobierno, que ahora decidirá si abre algún tipo de expediente o impone alguna sanción puesto que no habían comunicado la convocatoria.

El propósito de los manifestantes de «cortar el paso de camiones» fue baldío, por la ausencia de estos vehículos pesados. Únicamente se encontraron con uno que entraba a la ciudad por la carretera de Soria y un piquete informativo se acercó para intentar que detuviera su marcha. «Tengo que ir a Madrid y primero tengo que descansar», justificó el chófer.

El sector del transporte de mercancías y la logística es «esencial para el ciudadano», reconoció Nuria Vicente, «porque estamos hablando de llevar productos de alimentación, de farmacia..., todos ellos necesarios para nuestro día a día». Y por ello considera que los trabajadores «tienen que sentirse importantes y con la fuerza suficiente como para decir a sus empresas y a las patronales que tienen que negociar un convenio para tener cobertura, no perder derechos y no retrotraernos al escenario de 2015 cuando estamos casi en el año 2024». Porque aunque tanto la CETM como Atradis han expresado su compromiso de no bajar los salarios de 2020, los sindicatos no se fían. «Hay trabajadores que ya están recibiendo amenazas y quizá dentro de unas semanas o meses nos encontramos con nóminas mal hechas, con suelos recortados...», apuntó la representante de CC OO.

Los pasos que vayan a dar en las próximas fechas estas dos patronales se desconocen por el momento. Portavoces de estas organizaciones coincidían ayer en que la primera jornada de huelga había transcurrido «con una ausencia prácticamente absoluta de paros. Las empresas que han tenido que trabajar este domingo lo han hecho con total normalidad», afirmaron. Asumían, eso sí, que hoy la situación puede cambiar «pero estamos a la espera de acontecimientos».