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David Pérez y Jesús Tecedor salieron ayer de su casa en Logroño para acudir a la empresa de Viana en la que llevan trabajando desde hace una década, la planta galletera Mondelez. Pero en esta ocasión tenían claro que no entrarían en las instalaciones sino ... que se quedarían en la puerta secundando la primera jornada de huelga indefinida. «Es la salida que nos queda después de que la empresa se niegue a negociar el nuevo convenio y a aceptar nuestras propuestas, que en absoluto son descabelladas», señalaba Pérez en declaraciones a Diario LA RIOJA.
El comité de la antigua Marbú reivindica un incremento salarial del IPC más un 1% «fijo y garantizado» y otra subida del 1% en concepto de antigüedad. Asimismo, reclaman mejoras sociales en turnos, jubilaciones parciales o casos de incapacidad temporal (baja) y también una reducción en la jornada laboral anual de tres días. «Pero la compañía no atiende nuestras peticiones», critican los representantes sindicales de CC OO, LAB y ELA.
A este «bloqueo en la negociación al que nos ha llevado la actual dirección», denuncia Tecedor, se le suman las «sanciones que nos están aplicando. Nunca habíamos sufrido algo así y no hay motivos para ello». Mondelez acumula en los últimos años «beneficios millonarios y en cambio nosotros seguimos perdiendo poder adquisitivo», añade. Pérez apunta que «lo único que ofrece la empresa es una subida variable, que en ningún caso la quiere garantizar».
David Pérez
Logroñés, diez años en la empresa
Jesús Tecedor
Logroñés, una década en la planta
Mondelez International
Portavoces de la empresa
La respuesta a este trato «injusto», según trabajadores y representantes sindicales, «que nos está dando la compañía la estamos viendo ahora aquí». Se referían al seguimiento «absoluto» de esta primera jornada de huelga que ha hecho «parar la producción de galletas y snacks –Oreo o Chips Ahoy son algunas de sus marcas–». Del colectivo de especialistas, como se denominan a los operarios de fabricación, «no ha entrado nadie a trabajar. Tampoco el personal de limpieza, que se ha solidarizado con nosotros», detallaba Asier Macho, portavoz de CC OO, la central mayoritaria.
Los huelguistas denunciaron también las «provocaciones y coacciones» de representantes de la compañía, que quieren «instalar en Mondelez la política del miedo cuando ha sido una empresa en la que había buen ambiente y daba gusto venir a trabajar».
Sin embargo, la empresa galletera, con unos 400 trabajadores en Viana y de ellos unos 200 procedentes de La Rioja, aseguraba ayer a través de portavoces oficiales que «estamos abiertos y a disposición del comité de empresa durante la huelga, como lo hemos estado hasta la fecha, para continuar constructivamente con las negociaciones, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que sea justo y sostenible para ambas partes».
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