Los hoteles riojanos suman viajeros pero aún no alcanzan cifras prepandemia

Los datos de diciembre conocidos este miércoles confirmaban el regreso a la normalidad del turismo riojano, ya anticipada en 2022 y después de ese bache profundo que marcó la pandemia. En 2020 poco más de 200.000 visitantes tuvieron los hoteles. En abril, con todo cerrado, no hubo ninguno. La remontada continuó en 2023, plenamente tradicional, en el que crecieron un 5% los viajeros y un 8% las pernoctaciones hoteleras. Se trata de datos similares al conjunto del país, si bien en España las pernoctaciones con respecto a 2019 aumentaron y en La Rioja disminuyeron.

Además, los datos de ocupación también se mantienen por debajo de la etapa anterior al coronavirus. En 2023 se registró un 42,6% de ocupación de plazas hoteleras y un 51% en cuanto a habitaciones, empleando de media a 799 trabajadores. El pico de viajeros llegó, como cada año, en agosto (68.874), con septiembre y octubre completando el podio de meses buenos gracias al impulso turístico ligado a la vendimia. Por su parte, enero fue el mes más flojo, con 25.141. El gran reto del turismo riojano sigue siendo ampliar el tiempo de estancia en la región, que en los hoteles fue en 2023 de 1,78 días.

Demetrio Domínguez, presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, valora la situación como «preocupante para el sector, ya que los últimos años han sido de paralización para el turismo en La Rioja y ahora se ven las consecuencias», aludiendo a «una pandemia que hizo estragos» y a que «la política de promoción turística no estuvo acorde a las necesidades». Domínguez comenta que se ha reclamado «un mayor apoyo institucional y que se refleje en los presupuesto», confiando en un mejor 2024 y en la apuesta por «ser un destino envidiable para atraer viajeros que ofrezcan más rentabilidad a La Rioja y sus hoteles».