Hosteleros y comerciantes rechazan la reducción «impuesta» de la jornada laboral

Jaime García-Calzada, de hecho, califica como «una grave decisión del Gobierno de España» la reducción de la jornada laboral. «Y va a afectar especialmente a los pequeños negocios, pymes y micropymes, que es el tejido que hay en España y en La Rioja», reitera. En ese sentido, el presidente de la FER recuerda que si se reduce la jornada laboral en las pequeñas empresas, estas «producirán menos o tendrán que contratar a más personas» para hacer el mismo trabajo. «Y esto producirá un aumento de los costes salariales y las cotizaciones a la Seguridad Social», añade.

García-Calzada, además, considera que se trata de un tema «lo suficientemente serio y grave» para que exista «debate, análisis y acuerdos» entre las partes. «Este es el cauce en el que se deben decidir estos temas y no por decreto del Gobierno de turno, que no quiere escuchar a las empresas», certifica el presidente de la FER. «Cada sector es autónomo, conoce mejor que nadie cómo es la situación en cada actividad y en ese diálogo es en el que se pueden reducir los horarios de forma más lógica, con criterio y conocimiento de causa», concluye.

Y hablando de sectores, un estudio de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa titulado 'Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme' concluye que los dos ámbitos que contarían con un impacto económico más grave por esta decisión serían la hostelería y el comercio. De ahí que los responsables de ambas actividades en La Rioja rechacen el plan del Ministerio de Trabajo. En concreto, Francisco Martínez-Bergés lo califica como «una puntilla más» para su sector y para el turismo. «Que son los que están tirando del carro», apuntilla.

El presidente de la asociación Hostelería Riojana considera que esta decisión se suma a otros problemas, como el absentismo laboral y la dificultad para encontrar gente para trabajar. «No estamos en absoluto de acuerdo», resume Martínez-Bergés. «Además, se trata de un consenso entre el Gobierno y los sindicatos, sin contar con el empresario, que es el que paga», recalca para después apuntar como «inviable» lo que el Gobierno quiere implantar. «Para poder cubrir esa reducción de jornada de los empleados, o bien el autónomo va a tener que meter el doble de horas o bien va a tener que contratar más gente, algo que no es rentable, y que desembocará en cierre de empresas y despidos», lamenta.

La situación también preocupa entre los comerciantes. «La mayoría de nuestros negocios están formados por un autónomo y por uno o dos empleados y así resulta muy difícil implementar este tipo de medidas», cuenta Fernando Cortezón. «Machaca al comercio de proximidad», añade, el presidente de FERComercio.

Además, Cortezón recuerda que estos temas han venido siempre regulados en la negociación colectiva. «Pero ahora va a venir por un decreto que nos va a quedar otra que asumir», afirma resignado para después admitir que en el sector se encuentran «asustados» y pedir que la regulación de horas no se haga por semanas. «Si se dice que hay que trabajar 'x' horas anuales en vez de establecer 37,5 semanales se nos podría abrir alguna posibilidad más para organizarnos», destaca. De cualquier modo, aboga por el consenso. «Porque cuando esto surge de una manera impuesta, las soluciones hay que improvisarlas», finaliza.

La patronal, al menos por el momento y a la espera de que Yolanda Díaz le presente una nueva propuesta para la reducción de la jornada, se ha quedado fuera de un acuerdo del que sí quieren formar parte los sindicatos. También los riojanos. Así, Jesús Izquierdo aboga por «cumplir» el acuerdo de legislatura, que no incluye a la Administración pública, ya que los funcionarios de la Comunidad ya cuentan con una jornada de 35 horas desde 2020. «Esta reducción es imprescindible, no solo en el marco del estatuto de trabajadores, sino en el de los convenios colectivos», apunta el secretario general de UGT La Rioja. «Por eso, estamos esperanzados en que se pueda alcanzar un acuerdo y nos gustaría que implicara tanto a los agentes sociales como a la patronal», sentencia.

También desde Comisiones Obreras desean que la patronal se sume al consenso que buscan alcanzar Gobierno y sindicatos. «Porque es necesario avanzar en la agenda de reformas iniciadas con el cambio del modelo de contratación y que continuaron con el incremento de los salarios mínimos», recuerda Jorge Ruano.

Así, en opinión del secretario general de CC OO en la comunidad autónoma las necesidades y los valores de los trabajadores han cambiado y ahora están relacionados con las jornadas «más adaptables» y en las que se tenga en cuenta «la conciliación y el disfrute del ocio». De este modo, su conclusión es clara: «Después de cuarenta años sin tocar la jornada máxima laboral creemos que es el momento de abordar una reforma;basar el modelo de negocio en cuantas más horas mejor, cuantas más horas extras mejor y cuanta más presencialidad mejor, es un error».