El hombre que suele cambiar de vida

Primero fue músico. Aprendió a tocar (muy bien) la guitarra, se licenció en Musicología y se convirtió en profesor de los conservatorios de Madrid, Salamanca y Soria. En esas andaba por los años 90, cuando internet echaba sus primeros dientes. Entonces se le ocurrió algo. Junto a su amigo Nicolás Iglesias decidió fundar una empresa.

En 1996 nació Arsys. Querían explotar un mercado poco explorado en España: la creación y gestión de los dominios en internet. Su éxito fue fulgurante. Ganaron miles de clientes en todo el mundo, compraron una gran sede, facturaron mucho dinero. Pero en ese momento Cacho decidió cambiar de vida.

Vendió su parte de Arsys y se dedicó por entero a la Fundación Promete. Buscaba fomentar un nuevo estilo de educación más atento al desarrollo personal, más dispuesto a aprovechar el interés y las inclinaciones naturales del alumno; un modelo, en fin, que superara la esclerotizada escuela tradicional.

Luis Cacho vuelve a cambiar hoy de vida, aunque no de afán: quizá ahora le atraiga la idea de intentar emprender desde la Consejería su anhelada revolución educativa.