La noche más mágica del año volvió sin restricciones

La Rioja revivió la mágica noche, las primeras fiestas del verano astronómico, tras dos años de suspensión por culpa del COVID. Fue una celebración como las de antes: con música, animación callejera, chocolate y mucha alegría después de dos largos años.

Después del infierno meteorológico de las últimas semanas, la vista estaba también puesta en el astro, pero para comprobar si la lluvia iba a apagar de nuevo la tradición, como ya lo hizo el COVID-19 en los dos últimos sanjuanes.

En la capital, desde la plaza del Mercado a los barrios de Yagüe, San Antonio, La Estrella o Lobete se recuperó la tradición con notable presencia de público, que quería quemar todo lo malo y soñar con una noche «bajo un manto de guirnaldas para que el cielo no vea», como en la canción de Serrat.

También en Calahorra, Lardero, Navarrete, Alberite, Torrecilla, Autol, Albelda... se encendieron las hogueras con estrictos protocolos de seguridad. Porque la tierra está que arde y los mejores deseos para el mañana pasan por mimarla y conservarla.

Además, en la calle San Juan de Logroño se celebró la tradicional cena con música y animación en honor del patrón.

El preventivo de Cruz Roja de hogueras de San Juan en Logroño ha informado de cinco asistencias sanitarias de caracter leve que no han necesitado del traslado a centro Sanitario.