Secciones
Servicios
Destacamos
«A la mayoría de los ciudadanos no les afecta, pero para los que lo sufren, el perjuicio es enorme». Las palabras del abogado Jon Zabala resumen la sensación que se extiende en los despachos riojanos ante la huelga de los letrados de la Administración de Justicia. Más allá de los juicios sin celebrar, el atasco se suma en cuestiones que pueden parecer menores pero que ni mucho menos lo son para los afectados: costas de juicios sin recibir, cotejos sin realizar, declaraciones aplazadas, concesiones de nacionalidad en el limbo... Todo ello sin que se atisbe la solución al conflicto ni un horizonte para que esta maraña se desenrede.
Ya son más de dos semanas las que suma la huelga, de un 90% de seguimiento, según los convocantes. «En nuestro despacho, prácticamente todas las actuaciones se han suspendido», detalla el abogado José María Cid. La primera preocupación que surge es que los plazos, ya de por sí prolongados en la actividad judicial, se verán seriamente afectados. «En líneas generales estamos medio año para un juicio. Los clientes nos preguntan cuándo se van a volver a celebrar pero no sabemos nada», apunta Zabala, mientras que Cid recuerda que «las agendas están llenas» y alude a los efectos de los anteriores paros de los letrados de Justicia: «En noviembre y diciembre nos suspendieron juicios que no se han vuelto a señalar».
Los abogados son los que están teniendo que comunicar y explicar la situación a sus clientes, que «no están consiguiendo entender por qué se ven afectados en ciertos procesos», explica Cristina, otra abogada riojana. Y es que los casos son variados. Jon Zabala relata algunos de ellos, como el de un cliente al que se le retiró en su día el permiso de conducir y que ya debería haber recuperado. «No están devolviendo los carnés», apunta, incidiendo por otra parte en aquellos que «por diferentes motivos tienen que cobrar un dinero que ya está en el juzgado pero no se les entrega. Hay gente que lo necesita de verdad».
José María Cid | Abogado
Entre algunas de las suspensiones más señaladas están las de divorcio. «Llevan mucho tiempo esperando. Puede haber separación de bienes, liquidaciones de patrimonio, niños de por medio... son temas sensibles», recalca Zabala. Otro de los casos que destaca es el de una persona «a la que no le conceden la nacionalidad porque tiene un juicio abierto. Estoy seguro de que va a ser absuelto pero mientras no se celebre...».
Jon Zabala | Abogado
Otros señalan que no se están celebrando cotejos o conversaciones, por lo que se está perdiendo la inmediatez necesaria en estos procesos, mientras que José María Cid recuerda que «las cantidades que se juegan en juicios con dinero de por medio, si se retrasan mucho generarán intereses», aludiendo a uno suspendido este jueves y en el que se discutían 745.000 euros.
Es una constante, como subrayó el miércoles su decano, Federico Bravo, demandar un mayor adelanto en las previsiones de suspensión, «al menos de 24 horas». Todos los consultados cuentan con experiencias de llegar al juzgado estos días para tener que irse de nuevo. «Vamos abogados, clientes, testigos... mucha gente que se junta para mandarlos a casa», comenta Cristina. «La gente pierde horas de trabajo, vacaciones, tienen que bajar del pueblo, dejar a los niños con alguien...», detalla Zabala en su reclamación. Él mismo tuvo que viajar a Madrid hace dos semanas para un juicio que no se celebró.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.