En estado de «shock». Así aseguraba ayer que se encuentra Daniela Ugueto, hermana de Adriana y tía de la pequeña Carolina, cuyo cadáver se encontró en la mañana del lunes sobre una cama, tapado, en la habitación 404 del hotel Los Bracos de Logroño.
Sobre cómo se sucedieron los hechos, la tía de Carolina cuenta que su hermano se puso en contacto con ella el domingo por la mañana pronto, sobre las 7.30 horas. «Me dijo: Dani, ¿sabes algo de mamá y Adriana? Media hora más tarde fui a casa de mis padres y no estaban». A partir de ese momento comenzó a llamar insistentemente tanto a su madre como a su hermana y ninguna le cogió el teléfono. Asustada comenzó a contactar con los hospitales porque lo primero que pensó es que podían haber sufrido un accidente, pero en ninguno le dijeron nada. Acudió a la casa cuartel de Haro y, expone, «me comentaron que no se podía poner una denuncia de la desaparición hasta que pasaran 24 horas y, a las 20 horas del domingo, al ver que tampoco entregaban a mi sobrina a su padre, me presenté de nuevo en el cuartel de la Guardia Civil» pero «tampoco me hicieron caso». Así transcurrió todo el día hasta que a la mañana siguiente, dice, se enteró de todo lo que había ocurrido por los medios de comunicación.
Asegura que la relación con su hermana y con su madre era muy cercana. Hablaban todos los días e incluso el jueves pasado estuvieron comiendo juntas. Nada hacia presagiar la tragedia. «Ni se me había pasado por la cabeza lo que podría ocurrir. Fue de la noche a la mañana y sin darnos cuenta»
Cuando encontraron las cartas que tanto la madre como la hermana dejaron en su domicilio y en las que habrían manifestado su intención de quitarse la vida, se las entregaron inmediatamente al Instituto Armado. Sobre su contenido, detalló que, a petición del abogado de Adriana, no puede contar nada.
En un relato entrecortado, explicó que se siente «muy confundida» porque «somos una familia muy unida, somos nosotras nada más y rara vez pasaba que yo llamara por teléfono y no me lo cogieran».
Aunque sí que reconoce que desde la separación de su marido, hace cuatro años, su hermana «está triste», sostiene que no tiene ni idea de lo que ha podido pasar. «Estamos muy desconcertados y no sabemos qué ha podido pasar. Mi hermana no estaba en tratamiento y mi madre estaba bien».
Preguntada por la presunta enfermedad de la pequeña, Daniela descartó que fuera grave «como se ha llegado a decir». Se trata, explicó, de una «neutropenia aguda, que destruye los glóbulos blancos, pero no estaba ni en tratamiento. Se le hacía un seguimiento cada seis meses en el hospital La Paz de Madrid».
En cuanto a la familia paterna, aseguró que no tienen ningún tipo de relación. No la tenía antes y tampoco ahora.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.